One Shots| Max Verstappen

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Trío parte 2

Max

Ya había pasado el rango de tres meses y catorce días de conocernos. Tenían un secreto y no quería que nadie se enterara de lo que sucedía lo cual lo hacía casi imposible aún.

Nuestra relación era poco común y me daba miedo que la juzgaran o que la hicieran sentirse incómoda al respecto ya que no era algo que se veía todos los días y más por los estereotipos que ponen; yo lo podría tolerar y Checo también pero nuestra dulce Tessa no podría.
Ya nuestra familia estaba informada de nuestra nueva pareja y por suerte lo tomaron bien.

Checo  a mi lado enciende la televisión mientras Tessa está en Instagram a mi otro lado y se los juro jamás me había sentido tan ignorado como ahora. Así que finjo concentrar en la película que puso, coloqué mi cabeza en las piernas de Tessa mientras mis piernas las pongo presionando la entrepierna de mi esposo haciendo suaves movimientos. Y roce su intimidad por encima de su ropa interior para luego hacer esa tela un lado y comenzando a darle placer a su centro. Pare por unos segundos para luego sentarme correctamente para hacer mejor mi trabajo y cómo estoy en medio era mucho mejor con mis dos manos satisfacer a mis parejas.

–¡Mierda!– soltaron un gemido poco audible pero audible para mi.

–Max.

–Tan mojada mi dulce niña, tienes que sentirla Checo esta tan húmeda– le introdujo dos dedos en su interior.

Tessa

Checo se levanto del sofá no pasó ni un segundo cuando sus labios estaban sobre los míos. Un beso que me transmitió amor, me dejé llevar teníamos una sintonía y me gustaba como me hacía sentir.

–Eres hermosa– me susurró cuando nos separamos por falta de aire.

Max no tardó también en besarme sus besos eran más demandantes más rudo cuando nos separamos observe como Checo me levanta del sofá.

–Desnúdate– demando Max.

La tensión y la excitación reinaba mi cuerpo se estremeció por sus miradas que reflejaban la lujuria. Obediente me empecé a desabrochar mi vestido este cayo al suelo dejándome solo en bragas.

Checo fue el primero en levantarse acariciando mis pechos con sus dos manos dando leves masajes que me hicieron soltar pequeños jadeos.
Se separó para tomarnos a Max y a mi para dirigirnos a nuestra habitación, fue tan rápido como llegamos a la habitación.

–A la cama bonita.

Me recosté en la cama observando como se comienzan a quitar la ropa y empiezan a acercarse, mi centro estaba ardiendo y se encontraba ya húmeda.

–Abre– demandó Max y yo obedientemente las abrí

–Que buena niña– escucho decir a Checo.

Max se acercó con caricias a mis pechos, jugando con ellas mientras Checo comenzó a tocar mi centro totalmente húmedo sacándome un gemido.

–Estas empapada bonita– su voz se escuchaba ronca.

–Haber déjame comprobarlo– dijo Max frotando sobre mi con sus dedos masajeando mi femineidad sacando un fuerte gemido.
Max metió sus dedos en mi interior y mis caderas se alzaron con un gemido ahogado, sus dedos vibraron en mi interior haciendo que cerrara mis ojos disfrutando del placer que me daba.