La Dura Realidad

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Poco después de cumplir los 4 años, Yukkine descubrió que tenía una singularidad, sin embargo, apenas sabía controlarla.

Debido a eso, Jhon inscribió a Yukkine a un colegio especializado en superhéroes en potencia.

Unos días después, Jhon llevó a Yukkine a un primer día en el colegio.

Yukkine, feliz por la vida que tenía, fue a su primer día con grandes esperanzas e ilusiones. Entró por la puerta de la escuela, se perdió un poco por los pasillos tratando de encontrar su aula y tocó a la puerta.

A través del pequeño cristal de la parte superior de la puerta, vió una silueta moviéndose en su dirección. La puerta se abrió, y un adulto, que, para sorpresa de nadie, era el profesor, lo miró de arriba a abajo.

Profesor: Oh, eres el hijo de Jhon... Adelante, pasa.

El profesor era alto, delgado, de pelo castaño, e iba de negro, con una sudadera en la que ponía: "Life of Misery".

Entre la sudadera y la actitud del profesor, los sueños y esperanzas de Yukkine fueron aplastados contra el suelo en un instante.

Yukkine entró al salón de clases y miró a sus compañeros. Habían unos grupos de amigos claramente marcados, de los cuales estaban uno en el que parecían delincuentes, uno lleno de nerds y otro con las chicas populares.

Los delincuentes parecían haber estado molestando a uno de los nerds durante un rato, sin embargo, en cuanto Yukkine entró, vio como todos los ojos se pusieron en él.

Las chicas populares parecían estar comentando sobre algo que no les gustara de Yukkine, los nerds parecían no haberle visto siquiera, pero los delincuentes... Yukkine miró en dirección de uno de los delincuentes, y gracias a esa mirada se dió cuenta de lo que iba a pasar.

Si el profesor ya había aplastado el optimismi de Yukkine, esa mirada fue una sentencia de muerte. Aquel delincuente tenía una mirada asesina e intimidante que ni siquiera algunos villanos tienen.

"¿Como está ese chico en una escuela de superhéroes?" Pensó Yukkine. Ese estudiante resultó ser el hijo ilegítimo de uno de los villanos más peligrosos de la zona, el rival de Jhon, siendo que esto hacía que todo el mundo le tuviera miedo.

Profesor: ¿No vas a sentarte? ¿O a caso quieres presentarte al resto de la clase?

Yukkine se sentó en el primer sitio libre lejos de los delincuentes que vió. Sin embargo, como comprendería más tarde, esto no sería suficiente.

La clase comenzó, y todo iba bien, hasta que Yukkine sintió el golpe de algo en la nuca. No fue doloroso, solo molesto. Se giró y, para su sorpresa, no vió una pelota de papel. Vió 4 pelotas de papel, las cuales parecían haber fallado su objetivo por poco.

Y eso no fue lo peor de todo. Lo peor de todo fue cuando, al salir al recreo, le rodearon los delincuentes como una pelea en prisión, y Marcus, que era hijo del rival de Jhon, le dió un golpe.

Después de ese golpe salió otro. Y otro. Y otro. En total fueron 7 golpes, todos dirigidos a cara y estómago, que Yukkine no supo bloquear o esquivar.

Para el final del recreo, Jhon había sido llamado a la escuela y estaba recogiendo a un Yukkine lleno de moratones, el cual se sentía muy impotente.

La Vida de un Héroe DesgraciadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora