(Se recomienda leer después de Hasta que las estrellas dejen de brillar pero no es necesario para entender la historia).
Cualquiera que ve a Allan White piensa que su vida es perfecta y que no hay dolor en su corazón, pero la verdad es que solo fin...
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Allan White está buenísimo.
No creo que sea siquiera legal verse tan bien.
Tiene el cabello rubio más largo de arriba que de los costados, los ojos de un azul clarito y unos brazos que podrían levantarme sin problemas. Eso sin mencionar su altura. ¿Es que él es muy alto o que yo soy muy baja? Probablemente las dos, pero sigue siendo jodidamente caliente.
¿Y cuando llegó todo sudado con el cabello despeinado? Demonios, creo que la temperatura subió unos veinte grados.
Luego lo imaginé usando esos brazos fuertes para lanzar el balón de fútbol americano y mi cerebro explotó. Mis ovarios también.
Ahora estoy en su habitación, intentando no sentirme demasiado incómoda ante la idea de dormir aquí mientras él está en un sofá.
—Está bien, lo prometo —me asegura cuando viene a buscar su ropa—. Es un sofá bastante cómodo.
—Pero…
—Tienes más mantas en ese cajón. Si necesitas algo más puedes decirme.
—Estoy bien. Gracias.
—Entonces supongo que nos veremos mañana. Buenas noches, Mica.
Me sonríe. Me. Sonríe. Este hombre no debería ser capaz de sonreír, no con esos dientes perfectos y ese hoyuelo que se le forma en la mejilla derecha.
—Buenas noches —susurro y cierro la puerta.
Debo dejar de actuar como una idiota frente a él. Creerá que soy tonta.
Me meto en su cama y me maravillo con lo suavecitos que son sus abrigos. En mi apartamento las mantas que tenía eran ásperas y feas —con diseños de flores chillonas— pero estas son completamente blancas y suaves como el algodón. Es por eso que no me sorprende tardar tan poco en quedarme dormida.
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Cuando despierto, lo primero que hago es ir a ducharme. Estoy parada frente a la puerta del baño con los ojos entrecerrados por el sueño a punto de abrirla cuando alguien más lo hace desde adentro. Sus abdominales son lo primero en captar mi atención. Están bien definidos, una tableta perfecta que me hace desear…