Clara tiene Mariposas en las manos.
Clara tiene Mariposas en las manos,
no las suelta desde hace años.
Son tan pequeñitas:
a Clarita le ha dado penita dejarlas libres porque aún son chiquitas.
Clara se ve triste.
Ya las mariposas no son divertidas:
la hacen sentir mal,
lastiman las palmas de sus manos con tanto aleteo y voladita.
-)"Clara, debes dejarlas ir."- decía su madre en tono cariñoso.
No le gustaba ver a su hija así.
A ella le lastimaba,
y a la pequeña Clara hacía llorar.
Miró su pequeña mano:
ya las mariposas habían crecido.
Estaban grandotas y pesadas,
ya en su mano no entraban.
-) "Quieren irse."- Aconsejaba su madre tratando de ver a su niña feliz.
Pero a Clara las mariposas no le decían eso, sus alas pegadas a su palma estaban.
Las sostenían contra su pecho y entre plegarías nombraba:
"¡Maripositas, salgan ya! Me están lastimando.."
Clara, Clarita, Clarón.
Déjalas ir, corazón,
que hacen muy mal,
que duelen a tu pequeño rincón de valor.
Clara una última vez las observó.
Sus ojitos sollozaron poquito
y aunque doliese la mano abrió,
y todas las mariposas que herían revolotearon lejos, muy lejos, diciendo "adiós".
Un día las extrañó;
dos, tres.
Al cuarto día Clara estaba mejor, con el alma más liviana.
Las maripositas se habían ido, ya no dolían, volvía a sonreír.
Otro día nuevo amanecía.
Y así un día comprendió, Clarita,
que todas las mariposas que al corazón lastiman se las debe hacer volar
lejos, leeeeeeejos,
ya que alguien estará ahí para sanar esas heridas.
Por más que asuste, por más que duela:
deben partir,
deben irse a casita.
ESTÁS LEYENDO
"Poemario de travesías"
Short Story"Contar historias es divertido. Con un toque de poesía se vuelve aún más expresivo." S. Colección de cuentos infantiles o juveniles centrados en el uso poético y/o narrativo.