Capítulo 3

193 14 3
                                    


Los minutos que llevaban viendo los ojos del contrario eran incontables, pero los suficientes para saber que debían hacer algo más que solo permanecer igual.

El rubio respiró profundo tratando de formular alguna frase para salir del extraño momento, pero el otro se adelantó.

— ¿Qué mierda quieres lograr actuando así? ¿Qué lograrás o esperas a cambio de esto?—preguntó de forma seria y tosca, con la ira acumulada y expresada en su ceño fruncido.

— Ya te lo he dicho Potter, nada. Estoy aburrido y quiero probar algo nuevo.

Estas palabras influyeron directamente en la expresión de su invitado, quien pronto se encontró observando a su anfitrión con total asombro y confusión en su rostro.

— ¿Crees que soy estúpido?

— Por supuesto—soltó el más alto con burla, pero al instante se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo— ¡Es decir! Maldita sea Potter, no puedes hacer esa pregunta y esperar un elogio de mi parte. No es que seamos amigos ahora, sólo quiero hacer algo para variar. Mi vida está resuelta en todos lo aspectos, y sé que será muy aburrida, quiero algo interesante que recordar.

— ¿Y qué? ¿Vas a tenderles una trampa para que lleguen aquí, o cómo esperas lograr eso?

La sonrisa de niño pequeño que se formó en el rostro del rubio no hizo más que aumentar el ceño fruncido de Harry.

— Eso es muy sencillo. Les diré que estás aquí. Sin trampas, sólo voy a invitarlos, pero sólo si comes, duermes y tratas de relajarte un poco. No querrás que se vayan con el corazón triste de verte mal cuando estás en tu hogar.

— Este no es mi hogar Malfoy, es una puta prisión.

— No, Potter, literalmente, es tu hogar, te pertenece ¿Acaso no notaste que no están mis padres, sus cuadros, y que hay polvo que está siendo limpiado poco a poco por los elfos?

El Gryffindor abrió sus ojos con sorpresa. Parte de eso lo había notado, pero realmente su atención estaba en cada movimiento de su nuevo dueño.

— ¿Dices que estamos en...?

— Grimmauld Place, bienvenido a casa.

— ¿¡Por qué de pronto te pertenece!?—exclamó al tiempo que se ponía de pié, con el enojo saliendo por cada uno de sus poros.

— Tú también me perteneces—le recordó con una muy evidente intención de molestarlo.

— ¡Pertenecerte mi culo!—gritó molesto nuevamente, y por el enojo no notó sus palabras, sólo hasta que el rubio rió a medio sorbo de su vino.

— Bueno—comenzó al tiempo que dejaba su copa junto a su plato. Unió entonces sus manos ante su rostro, y dejó descansar su barbilla en ellas y sus codos en la madera— Podemos decir que sí, también me pertenece, está pegado a ti después de todo.

Su expresión de ira se desvaneció al oír aquello.
Sus puños se contrajeron con una fuerza tal que incluso sin tener uñas considerables como largas, terminó por hacerse daño en las palmas.
Todo en Harry Potter vibró de una forma espantosa, secando su boca y aumentando su palpitar de manera ensordecedora.
Su mente se nubló y sus ojos amenazaron con llover.

¿Otra vez?

No había nada más en sus pensamientos.

Draco no tardó mucho en caer en cuenta de sus palabras cuando toda la sangre que daba a Potter la apariencia de enojo desapareció en un instante. Su rostro palideció en ese segundo y sus ojos parecían temblar vidriosos.

Harry Potter y su precio. | Drarry +21|.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora