Recuerdo los días dónde tu valorabas todo.
Aquellos días cuando papá volvía de casa y te abrazaba,
días que eran felices y donde siempre sonreímos.
Días que lo eran todo.Ahora, después de todo,
me di cuenta que esos días jamás volverán.Me toca sonreír forzosamente para complacer a los demás,
otras veces simplemente me quedo mirando a la nada y no presto atención.Mamá,
déjame decirte que tu hija quiere volver al pasado.
Porque los recuerdos duelen.
Duelen demasiado.