Y aquí estoy otra vez,
mirándote,
se me ah vuelto rutina el ser espectadora de toda esa belleza que envuelve a tu bello ser,
eres la plenitud en un domingo de ansiedad sin final,
eres el calor en la noche de un invierno eterno,
eres el sol que salió después de aquella tormenta arrasadora.
Podría hablar de todo lo que eres y generas en mi,
pero entonces ni así podría terminar de describir todo aquello que me haces sentir,
ya que es tan maravilloso como ver a tus brillosos ojos por la noche,
tu eres mi buen karma,
eres aquello que la vida me dió para apreciarla mejor.
Eres el sin sentido que hizo que mi mundo tenga aquel sentido que algún día juré perder,
pero ahora prefiero perderme en tu piel.
