Aunque mis noches sean un infierno,
cuando llega el día, más precisamente el momento de verte,
no puedo evitar la felicidad que nace dentro de mí.
Y toda duda calma y muere parcialmente
al oírte decir un Te Amo dirigido a mí...
Toda inseguridad parece bajo anestesia
al oír tus halagos hacia mi...
Los cuales no entiendo dónde o cómo los ves?
Ya que solo soy insignificante frente a ti,
el dueño de mi corazón.
Y mi amor hacía ti crece aún más
al verte solo sonreír.
Y lo seguirá haciendo aunque
estas no sean ni por, ni para mí...
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Frutos de noches de insomnio
PoetrySolo poemas que surgen de: Sentimiento + Clase de literatura