Manos sobre mí [Scaramona]

Manos sobre mí

Era casi de noche cuando Mona llegó a la pequeña posada del Señor Zhu, y el olor de la comida que se cocinaba para la cena provocó que su estómago rugiera, para su vergüenza.

"¡Oh, Mona! ¡Cuánto tiempo! Me alegro de volver a verte", saludó el Sr. Zhu, levantándose de una de las mesas y acercándose a ella, "¿Vienes a cenar?"

"Buenas noches, Señor Zhu, em...en efecto...", respondió ella, sonrojándose cuando su estómago hizo otra ruidosa protesta; estaba tan contenta de haber recibido su paga esa mañana que apenas había comido en todo el día, queriendo darse un gusto con la comida de la posada, que le gustaba mucho, y bueno, también si podía hacer algo para ayudar en el negocio del Sr. Zhu, estaba contenta de viajar a Liyue solo para comer allí.

"También me gustaría quedarme aquí por la noche, ya que será bastante tarde para regresar a Mondstadt cuando termine de comer"

"¡Ningún problema! Le diré a Zhi que prepare una habitación para ti ahora mismo."

El Sr. Zhu le hizo una seña a la Srta. Zhi, a lo que la mujer respondió sorprendida, mirando a Mona con incredulidad antes de asentir rápidamente y entrar corriendo a la posada; luego acompañó a Mona a una de las mesas, aunque en realidad no importaba cuál, ya que todas estaban vacías.

"¿Qué fue eso?", preguntó Mona, con una ceja levantada hacia el edificio, "La señorita Zhi parecía asombrada cuando se enteró de que me quedaría aquí esta noche"

"¡Oh, es porque no habíamos tenido dos huéspedes al mismo tiempo en mucho tiempo!", explicó el Sr. Zhu, sonriendo ampliamente.

"¿Dos huéspedes?", preguntó Mona, mirando a su alrededor y sin ver a nadie más, "¿Quién es la otra persona?"

"Es un joven de Inazuma, un caballero muy educado, debo decir", explicó, entregándole un menú, "Debería salir a cenar en cualquier momento"

Mona se tensó de repente al escuchar las palabras del Sr. Zhu, pero inmediatamente se reprendió a sí misma. No, caballero cortés no eran las palabras apropiadas para describir a esa escoria... en absoluto, no había forma de que fuera él, aunque era difícil encontrar viajeros de Inazuma en este momento, muy bien podría ser otra persona, pero entonces, ¿por qué se le erizaron de repente los pequeños cabellos en la nuca de su cuello? Sus instintos nunca antes le habían fallado.

Ella negó con la cabeza y rápidamente ordenó un banquete completo de sus platos favoritos con una sonrisa forzada.

"Oh, Señor Zhu", llamó Mona antes de que el hombre pudiera dirigirse a la cocina, "Voy a cambiar de mesa, si no le importa", el hombre parecía confundido, por lo que ella explico, con una sonrisa forzada que nunca abandonó su rostro, "Yo... eh... necesito hacer algunas lecturas astrológicas, y...y necesito estar en la oscuridad, donde puedo ver mejor el reflejo de las estrellas", señaló la mesa más alejada del edificio, donde apenas llegaba la luz de las lámparas, "Esa mesa es perfecta"

El Señor Zhu asintió, "Lo que necesites, Mona, entonces te llevaré la cena a esa mesa."

Una vez que el Sr. Zhu le dio la espalda, Mona rápidamente se dirigió a su nuevo asiento y se quitó el sombrero, colocándolo a su lado; trató de hacerse lo más invisible posible, encorvándose un poco sobre la mesa mientras miraba atenta hacia la puerta de la posada.

Rezó a las estrellas, rezo para que él no fuera el otro huésped, no podía regresar a Mondstadt ahora, y si ocurriera una pelea, estaba segura de que iba a perder, era cierto que había estado entrenando muy duro desde su encuentro hace casi tres meses, pero... ¿Era suficiente para derrotar a alguien tan poderoso como él? Sin comida, seguro que no.