Inocente seductor

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Vegas había llegado al club donde trabajaba Pete cómo normalmente hacia, siempre después de cerrar su local pasaba rápidamente a su departamento, se daba una ducha rápida y el resto de la noche se dedicaba a esperar que el club cerrara para poder llevar a Pete a casa.

Fue directo a la barra donde saludó al Barman el cual ya le esperaba con su trago de siempre. Pete le había dicho que esa noche darían un nuevo show y estaba más que interesado en ver de qué se trataba.

A lo lejos podía notar a los compañeros de Pete dar su show, le gustaba ese club pues les daba la libertad a sus bailarines de poder aceptar o denegar peticiones de los clientes, algunos gustaban de bailar y dejar tocar un poco, solo lo necesario para lograr que los clientes pidieran un servicio privado y otros como Pete solo bailaban sin toques y privados extremadamente limitados.

Aún que ya la mayoría le conocía y sabía que él iba única y exclusivamente para esperar a Pete en aquella silla hasta el fin de su turno, aún había uno que otro bailarín o cliente que trataba de ligarle y pese a que les seguía la charla y todo al final siempre les decía que estaba ahí en espera de alguien y que no pretendía irse de ahí sin esa persona.

No podía decir que iba por su novio, pues no tenían nada formalizado, aún que sus encuentros esporádicos comenzaron a ser diarios y la manera en la que se trataban era la de una pareja nada había sido formalizado.

Pidió un trago más cuando pudo distinguir que la música que solía bailar Pete y su otro compañero comenzaba a sonar poco a poco. Normalmente Pete solía salir solo o acompañado de su mejor amigo, de nadie más ya que los demás bailarines eran los que ofrecían más servicios que él. Pudo notar cómo muchos de los clientes se acercaban al escenario y comenzaban a gritar cuando Pete salió junto a su amigo.

Jamas podría acostumbrarse a ver a Pete con aquella diminuta prenda que apenas cubría su masculinidad, pero sin duda lo que más le gustaba era aquel collar negro del cual caía finas cadenas que terminaban formando un arnés que se amoldaba en demasía al cuerpo de Pete. Siempre por más que conociera el baile terminaba totalmente hipnotizado por la manera tan única en que pete se movía por el escenario, estaba seguro que si no conociera al bailarín y supiera que su mejor amigo tenía novio desde hace mucho, juraría que ellos dos tenían algo.

La confianza que se tenían era tanta que ambos recorrían el cuerpo del contrario libremente tocando demás hasta el punto que el público pedía más y más. Y es que no todo el tiempo podías ver a dos chicos realmente atractivos bailar juntos mientras sus manos recorrían el cuerpo contrario de manera lenta y adictiva.

Todos se quedaron en silencio cuando la música había cambiado y tanto Pete cómo su amigo habían señalado a una persona específica del público. Vegas se quedó cayado unos segundos mientras Pete le veía con una sonrisa de lado y con su mano le indicaba que subiera. Su amigo también hacia lo mismo con el chico que había señalado.

Ya más consiente se levantó de su asiento hasta llegar al frente donde subió con ayuda de la seguridad pues no se podía subir tan fácilmente desde ese lado, era una manera de tener un poco más cuidados a los bailarines así no cualquiera podría subir a hacerles algo.

Una vez frente a Pete este le sonrió, llevando ambas manos a deslizarse por el pecho de Vegas de manera lenta hasta llegar al inicio de su pantalón, donde de un fuerte agarre le hizo apegarse más a su cuerpo.
Pete no dejaba de sonreír y sin mas le empujó solo un poco hasta hacerle chocar con una silla. ¿En qué momento había llegado ahí? No lo sabía pero se sentó entendiendo que debia hacerlo.

Pete notó en un rápido vistazo que su amigo también estaba listo así que volvió su vista a su acompañante notando que no dejaba de verle y eso le encantaba, le dedico una última sonrisa junto a un guiño antes de darle la espalda un momento notando cómo el público aunque expectante no habían desaprovechado la oportunidad de verle el trasero tanto como pudieron.

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