1. Ya no amo con la misma fuerza.

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2017

Abril.

Satoru observó con cuidado al castaño que dormía plácidamente en su costado, su cabello desordenado recostado en su hombro mientras su cuello estaba en una posición extraña, la boca ligeramente abierta y un pequeño hilo de baba se asomaba ahí. Su corazón latió, pero no fue como lo hizo meses antes, su corazón aún latía por Yuuji, estaba seguro de eso, pero no era como antes.

Todo se sentía distinto, el amor que sentía por el niño era real, aún lo era, aún seguía creyendo que era lindo, especial, guapo, pero no era suficiente.

Estar atado a alguien por toda la vida ahora comenzaba a sonar aterrador, sabía que lo había prometido, pero... Esas promesas se dicen todo el tiempo ¿No? No había necesidad de amarrarse a alguien tan pronto, el compromiso lo aterraba, sin embargo aquí estaba con Yuuji viviendo en la misma casa desde hace unos meses, fue lindo al principio en verdad encantador ver su rostro todas las mañanas al despertar.
..
Ya había casado con Yuuji todavía, el chico de 19 años a veces solía hablar del matrimonio y Satoru se pregunto si era una indirecta, si lo era de todos modos, Satoru fingió demencia. Si Yuuji lo noto o no, no parecía decepcionado. Tal vez un poco... ¿Apagado?

Las llegadas tardes de Satoru fueron más frecuentes cada vez y las salidas de su casa antes de que Yuuji se despertara eran aún más comunes. Los domingos de desayunos fuera de casa se acabaron para Yuuji pero no para Satoru, quien continuo conociendo personas y saliendo con ellas, nunca acabo en nada sexual, ni romántico. A veces lo pensaba. Pero a pesar de todo Satoru amaba a Yuuji, lo hacia, estaba seguro. El no podría hacerle eso a Yuuji.

¿Sin embargo qué era diferente? Aún lo estaba lastimando, si tenía sexo o no con otra persona era irrelevante, cuando sus intenciones al salir nunca fueron para conocer amigos. Solo estaba tanteando el terreno.

Las miradas tristes de Yuuji no pasaron desapercibido sin embargo las ignoro, al igual que ignoro las constantes invitaciones de Yuuji a cenar, encontró en muchas ocasiones el plato de su cena en el microondas, mientras Yuuji estaba dormido de espaldas a su lado de la cama. Estaba seguro que algunas veces vio las ojeras de Yuuji, ojos rojos y cuerpo más delgado.

El sexo se volvió malo, tanto que ahora lo evitaba a toda costa, Yuuji ya ni siquiera lo intento, se volvieron extraños, habían ocasiones en las cuales ni siquiera se hablaban mientras estaban en el mismo espacio, a pesar de todo Satoru lo amaba.

Agosto.

Habían pasado unos meses desde que el amor que Satoru sentía por Yuuji se volvía aún más confuso, sentía que lo amaba, el amor no había desaparecido, pero era confuso y extraño, lo quería y le gustaba estar con el, pero la emoción se había ido, los nervios y al mismo tiempo no lo hizo. Estaba confundido y no sabía cómo afrontarlo, no sabía cómo debía hacerlo, a cambio de ello huyó. En cada ocasión se mantuvo alejado de el. Y el dolía y lo anhelaba.

Todo explotó en la cara de Satoru cuando un domingo se aseguro de salir temprano, se reunió con Hiromi en un cafe y platicaron, la mujer era atrevida e intrépida algo que llamo de inmediato la atención de Satoru, no contaba con que la mujer lo besaría sin previo aviso, sin embargo el beso no hizo nada por el.

Un poco de shock por lo inesperado que fue, pero luego, trato de buscar alguna emoción y no encontró nada allí, el corazón no se le aceleró, su estómago tampoco se revolvió, no hubo ninguna necesidad ardiente de devolverle el beso, solo. No era igual que con Yuuji.

Sus labios eran suaves y maleables. Dispuestos y seductores, sus manos eran pequeñas a su comparación pero eran fuertes y autoritarios cuando quería, su cuerpo era un pecado, firme, musculoso y aún así tan sensual. Su cintura del tamaño ideal para que Satoru lo sostuviera, sus gemidos eran roncos y bajos, sus ojos llorosos pidiendo más, exigiendo su liberación —

Te amo... pero no como antes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora