¿Es algo que debo buscar o algo que solamente tengo que encontrar?... ¿La felicidad está en lo que sacia mi codicia o en lo que en verdad me hace sentir bien y segura?... ¿Qué pasaría si de un día para el otro, la alarma interna que trata de captar mi atención sin éxito para alertar me dé mi misma dejase de sonar sin ninguna razón aparente?...
La respuesta es un "no lo sé", ese no lo sé que tantas veces se hace cuestionar a una misma, esas tres palabras que te pueden generar tantas dudas siendo tan solo eso...
Sin una razón por la cual despertar por las mañanas, sin una motivación por la que seguir adelante, en este mundo en el que lo único que parece importar a la sociedad es la economía y poco más allá de las apariencias y críticas externas.
La hipocresía de la gente y la poca empatía me generan náuseas, las mentiras, los engaños, los fraudes, los abandonos, las pérdidas y las separaciones o rupturas hacen que cada noche me siga replanteando el porqué nuestra especie no se ha extinguido del asco que damos y del daño que nos causamos a nosotros mismos... La autodestrucción a nosotros y la destrucción de seres queridos que terminan desapareciendo por "cosas de la vida".
La mentalidad enfermiza y egocéntrica, que no permite ver más allá de creencias propias, la exigencia y la asquerosa necesidad de cambiar a los demás para tu ser feliz, para poder sentirte engrandecido, frente a ojos que más que sinceridad solo muestran una de las caras que oculta, todo esto sin tener en cuenta que tan écheos pedazos estén los demás por dentro.
Prefiero callar a herir, porque la verdad suele afectar a los débiles, débiles que no saben ver y aceptar las cosas como son, que prefieren cubrirse los ojos para disfrutar entre ilusiones traicioneras que al cabo del tiempo solo les generarán dolor.
Hablo, mis palabras son sinceras, al pasar del tiempo me he aprendido a coser la boca, escribir para poder expresar y dar mi opinión más sincera, desmoronándome, pero en silencio, esto con tal de no causar problemas a las personas que quiero.
Ocultar pensamientos, creencias y demás es cosa de día a día, problemas y traumas que llevo, que si los digo en voz alta les echo humor, para que no se espanten. Aprendido a callar por mi propio bien, por situaciones como en las que encuentras a esa persona con la que te abres y te termina dejando peor que antes, echándote en cara todo aquello que le confiaste, es un mecanismo de autodefensa, porque sí, sigo siendo una persona como cualquier otra, con más debilidades que cosas buenas para contar, con temor al dolor, con temor a la vida y a las cosas a las que te arrastra. Por mucho que lo que haya escrito me da conflicto es la verdad, con la que vivimos día a día y de la cual no podemos escondernos.
Cierro el ordenador tras escribir, mis ojos arden por no pestañear durante mi reflexión y vuelvo a la realidad, la concentración que tomo cuando mis dedos tocan el teclado me dejan en trance. Miro el reloj y apenas son las 6:45 am, la noción del tiempo me pasa rápido, no he dormido, pero es agradable cuando no tienes nada más que hacer.
La puerta es golpeada, una de mis hermanas toca dándome a entender que debo bajar y reunirme con las demás. Me obligo a mover las piernas, me termino de vestir y salgo de mi habitación, recorriendo el extenso pasillo para reunirme en el comedor junto a otras quienes seguramente ya estarán listas.