Iban pasando los días e izuku se portaba muy diferente con katsuki o con uraraka pues se enteró que katsuki la tomo para su harem pero eso no le importaba a izuku o eso hacia pensar
Inko: te verás hermoso con este vestido
Izu: *sonríe* gracias madre (no me quiero casar pero ya no importa mi mamá está muy feliz así que haré un sacrificio)
Inko: bien ya está todo listo ya mañana es tu boda *sonríe*
Izu: si mamá *se levanta y hace una reverencia* me retiro madre
Inko: si mi pequeño *le besa la frente*
Izuku se fue a su habitación a pensar sobre la boda tenía bastantes sentimientos, se sentía triste, enojado y feliz
Enojado por qué se casaría, feliz por qué sería con la persona que ama, y triste por qué la persona con la que se casaría no lo ama
Izu: Diosa Afrodita por favor ayúdame a enamorar a katsuki o ayúdame a enamorarme de alguien más *sollozando*
Izuku rogaba olvidar a katsuki, sacarlo de su corazón sabia que el solo le hacía daño a su corazón, deseaba haberse enamorado de otra persona
Izu: (no tengo por qué llorar el tío enji me enseñó a no llorar por un idiota que no me valora) *levanta la cabeza y se limpia las lágrimas y sale de sus aposentos*
Izuku se fue al jardín pero vio algo que le rompió el corazón más de lo que ya estaba
Uraraka siendo besada por katsuki y sentada en su regazo mientras katsuki tomaba su cintura
Izuku sintió un enorme dolor en su pecho pero los ignoro siguió caminando hacia las caballerizas quería montar un caballo para tratar de olvidar lo que vio,
Ulises: príncipe izuku *se arrodilla*
Izu: *le da la mano*
Uli: *la toma y besa* que lo trae por aquí mi príncipe?
Izu: quiero montar un caballo *serio*
Uli: si mi príncipe *se levanta y va por un caballo*
Izu: *se va a cambiar a una ropa para montar y se pone unos guantes*
Después de unos minutos izuku volvió a las caballerizas y monto al hermoso caballo blanco y con cabello largo
Izu: *se sube* llévame a dónde sienta que estaré seguro bonito *lo acaricia*
El caballo comenzó a correr, izuku se sentía muy tranquilo, el aire le daba en toda la cara sus hermosos rizos bailaban con el viento, izuku se sentía libre, sentía que no tenía de nada de que preocuparse