Capítulo único.

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Habían pasado dos años desde que ocurrió el incidente con LBD, las cosas estaban mejor, aquella dama demonio quedó en el pasado, ahora solo quedaba disfrutar de las buenas cosas.

Wukong y Macaque se habían reconciliado, o, mejor dicho, ya no se peleaban, lograron hablar las cosas, el pasado y demás, incluso hubo intenciones de volver a estar en una relación, cosa que ambos dudaron, pero aun así lograron aceptar, al menos el vivir juntos, pero dormían en cuartos separados. MK iba a verlos cada tanto, entrenando con ambos, algunas veces solo con Wukong y Macaque hacía correcciones, para el chico era agradable ver que sus mentores volvieron a llevarse bien.

Lastimosamente, MK desconocía el problema que tenían ambos, no lo había notado, quizás porque ninguno de los dos monos tenía la costumbre de pedir ayuda por sus problemas.

Lastimosamente, MK desconocía el problema que tenían ambos, no lo había notado, quizás porque ninguno de los dos monos tenía la costumbre de pedir ayuda por sus problemas

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Aquella tarde, Macaque fue quien salió de su cuarto, encontrándose con Wukong, quien estaba viendo la televisión.

—Te dejé desayuno en la cocina. —Avisó el rey.

—¿Seguro que no es pelo? —

—Te juro que no es pelo. Lo acabo de pedirlo y MK lo trajo. —

—¿Fideos de desayuno? —Cuestionó Macaque sonriendo mientras caminaba a la cocina.

—Bueno, para ti ya es el almuerzo. —

—No suelo levantarme temprano, lo sabes. —

—Por eso pedí tu almuerzo. —

—Gracias. —

Macaque sonrió mientras se acomodaba en el comedor para comenzar a disfrutar los fideos luego de haberlos calentado. Debía admitir que haberse reconciliado con Wukong fue algo que deseó y estaba feliz de haber logrado, pero era complicado, había ciertos problemas.

El mono de sombras se sobresaltó y se apartó cuando la mano de Wukong intentó tocar su hombro para acercarse y darle un beso de buenos días. Finalmente, el rey apartó su mano y dijo un "Está bien" mientras volvía a sentarse en el sofá. Macaque quiso pedirle perdón y que se quedara, pero no lo hizo, muriendo las palabras en su garganta.

No había caricias, el toque estaba fuera de discusión, ni siquiera se habían besado.

Ese era el problema.

Pudieron haber hablado todo, pudieron reconciliarse y comenzar a vivir juntos, pero había estos momentos donde ambos se arrepentían de todos sus pecados a lo largo de su vida. No era culpa de ninguno, aún había dolor, pudieron pedirse perdón, pero el recuerdo seguía allí, su cuerpo reaccionaba a ello.

¿Cómo pueden arreglarlo? No lo saben, aún no, solo pueden intentar acercarse y quedar mal por ello. Ninguno lo podía admitir, pero aquello dolía tanto, de una forma inexplicable. Pudieron ser perdonados, pero se volvían a sentir culpables tan pronto como había una mala reacción. Wukong volvió al sofá, y aunque por fuera parecía estar bien y tranquilo, por dentro estaba matándole el sentimiento de culpa.

Amar y ser amado [Shadowpeach/One-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora