Cada veinte años se lleva a cabo un evento astrológico que marca la llegada de la diosa de la luna a la tierra. Es tradición que todos los clanes, grandes o pequeños participen mandando a todos sus Alfa y Omegas disponibles para formar pareja y ser...
BUENO ANTES DE COMENZAR QUIERO DECIRLES QUE ESTA HISTORIA HA ESTADO HACIENDO ECO EN MI CABEZA ASÍ QUE AL FINAL NO PUDE DETENERME DE ESCRIBIRLA Y COMPARTIRLA CON USTEDES. ESPERO DE TODO CORAZÓN QUE LES AGRADE Y NO DUDEN EN HACÉRMELO SABER.
LAS IMÁGENES NO SON MÍAS, LAS ENCONTRÉ EN LA RED Y DE ALGUNA MANERA INSPIRARON Y ME AYUDARON A VER A LOS PERSONAJES EN MI CABEZA DE MANERA MÁS REAL ASÍ QUE POR ESO LAS COMPARTO. LOS DERECHOS VAN RESERVADOS A SUS RESPECTIVOS AUTORES.
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El cielo apenas estaba clareando, pero la gente ya había despertado de la Torre Koi desde hace un par de horas y no era para menos. Hoy era el día más esperado en los últimos 20 años y nadie deseaba perderse el momento en el que los jóvenes Alfas y Omegas salieran del clan guiados por sus actuales líderes. Jin Guangshan y Madame Jin.
Todos esperaban ya en sus posiciones, listos para aventarles peonas en honor a su secta y albahaca para la buena suerte, después de todo era lo que la gente les desea a los jóvenes que participarían en esta convención.
Este año era demasiado importante para ellos, ya que el clan presentaba a su próximo líder. Jin Zixuan era un Alfa en toda la extensión de la palabra, atractivo, fuerte, inteligente y orgulloso.
Todos los demás chicos y chicas que acompañaban al joven futuro líder también estaban completamente preparados para el evento, los prepararon desde su nacimiento y tuvieron la suerte de tener la edad adecuada para participar.
- ¿Es cierto que el joven amo está comprometido? – pregunto un señor de mediana edad.
-Es una promesa que madame Jin y Madame Yu hicieron, pero todos saben que eso puede cambiar en la convención- respondió un hombre de larga barba blanca – Si otro Omega le roba el corazón no hay nadie que pueda evitar que nuestro joven líder rompa el compromiso-
Era bien sabido que esto podía llegar a pasar y era lo maravilloso de las próximas festividades, la incertidumbre, la pasión y las singulares apuestas que se llevaban a cabo en el clan Jin al llegar esta época.
¿Con quién se emparejaría cada Alfa y cada Omega de la secta? ¿Cómo quedarían las otras sectas? ¿Quién volverá soltero?
Las apuestas siempre eran un gran pasatiempo en estas celebraciones y la mayoría apostaba que el futuro líder llegaría de la mano de otra hermosa Omega, diferente a su prometida.
¿Por qué?
Por qué era hijo del gran conquistador Jin Guangshan.
Todos sabían que el líder era un Alfa mujeriego que tenía una gran cantidad de Omegas y Betas a su disposición incluso sabían que había más de un bastardo dentro y fuera de la secta. Pobre madame Jin.
-Dicen que los líderes se llevarán a algunos bastardos con ellos- dijo uno mujer mientras separaba las flores y se las daba a sus hijos pequeños.
-¿Te imaginas?- pregunto su amiga – Tener que cuidar a los bastardos de tu Alfa y ayudarles a buscar un buen prospecto –
