chanfles

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El holandés abrió los ojos pesadamente tras escuchar su alarma sonar con intensidad, golpeó esta para que callara lo cual fue así, salió de su acolchonada cama relajante comenzando a prepararse para empezar su día en la armada. Cepillo sus dientes y acomodó un poco su cabello, observo sus ojos cansados un poco ojerosos no tanto como su compañero pero meh.

Ya vestido en aquel uniforme monótono camino hasta el listado de deberes, oh oh, eran demasiados, rayos y centellas.

Comenzó su día empezando por el ejercicio matutino gritándole a los novatos como moverse para lograr un gran físico, prosiguió a su parte favorita con los pilotos, continuó con pedidos junto al polaco y hasta que ambos llegaron a su última parte de lista que era ser los guardias del tirano lider.

Sintió su cuerpo cosquillear al estar tan cerca del noruego, era odiado y amado, pero Paul deseaba a ese hombre de aspecto jóven, era tan atractivo que estar cerca lo ponía nervioso, solía hacer de guardaespaldas para el lider siempre junto a su compañero Patryck, pero aún no se acostumbraba a lo atractivo que era aquel mujeriego. Un gusto tna culposo pero adictivo.

Sus cuernos eran tan tentadores, pero no se sentía grato de acariciarlos, solo miraba desde arriba mientras el rubio se ocupaba de problemas con distintos superiores de otros países. Recibir órdenes por parte del más bajo era un deleite por escuchar aquel acento hermoso llamarlo.

-Paul, podrías explicarle al señor que es lo pasa si no colabora conmigo?- lo miraron aquellos caídos ojos grises con una sonrisa mostrando ligeramente un colmillo, se ruborizo por lo guapo que era.

-si señor- camino hacia uno de los guardaespaldas del presidente necio, tomó en un veloz movimientos las mejillas del hombre apretando las y logrando abrir su boca; el compañero del tipo se alarmo levantando el arma, fue interrumpido por el polaco apuntando con su rifle.

Un disparo se escucho cuando el arma en la boca del hombre dejo salir una bala quemando parte del paladar hasta que la bala choco matando al macho desconocido. El jefe del ahora muerto estaba impactado con un rostro de horror mientras la sonrisa en el copetudo no caía, terminaron en buenos terminos y el fumador castaño se sintió calido por ayudar a su amado lider, el haría cualquier cosa por su amo.

Tras llegar a casa se sintió cansado y desanimado por no poder pasar más tiempo con aquel de cabellera rubia, tomo su rostro agotado quejando ronco hasta caer en el colchón de su cama pensando en aquel macho que lo volvía loco, sus mejillas ardieron por imaginar escenas ficticias que claramente jamás sucederían, jaja iluso.

No se dio cuenta de en que momento su imaginación se volvieron sueños, quedo dormido hasta que despertó en un nuevo día, maldijo al sentir los rayos de luz quemarlo chocando con sus ojos.

-agh recórcholis- quejo levantándose de la cama apretando el colchón, se alegro al saber que si se apresuraba en hacer los deberes podría pasar más tiempo con el nórdico, justo como un osito grande sonrió feliz.

Camino por los pasillos de la gran armada con su uniforme normal, tomó la lista de deberes y espera que?

Se le había asignado tantas tareas que no tendría tiempo de pasar con el hombre al poder, de hecho cerca suyo escucho a un ruso junto a su compañero de cabello rubio actuar dramáticos casi llorando por haber sido asignados como guardias del mayor.

-no puede ser que nos haya tocado ser guardias del lider! Me da miedo el líder Yanov!- chillo el hombre agitando a su compañero que igual estaba asustado pues los únicos que lograban entender a aquel macho eran Paul y Patryck, era un terror siquiera que su superior los mirase a los ojos.

Se molesto celoso, no es justo, el deseaba estar a lado de su superior y aquellos dos soldados lloraban por tener que pasar un día a lado del norsk.

Suspiró, ignoro su sentimiento de envidia de esta forma cambiando su anterior felicidad por una amarga expresión, la rutina de siempre empezó, el junto al polaco seguían cada regla de la lista al pie de la letra tal como se les pedía en ello. Ahora estaban en la parte de los pilotos, el más alto se encontraba revisando la tecnología de los aviones junto a otros dos soldados, el fumador no era un fanático de aquello tal como lo era su preciado lider.

¿Who's a good boy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora