you can be the boss. ♡ - taegyu

unique.

El suave bullicio de personas hablando adormece los sentidos de Beomgyu, hace casi dos horas ha estado sentado en una lujosa silla de cuero escuchando a inversionistas hablar sobre su empresa y la de Taehyun.

Pese a que usualmente suele participar activamente en cada reunión y aporta nuevas ideas, esta vez su mente se había dispersado y estaba en otro lugar muy lejos de la conversación que se llevaba a cabo.

Debería estar prestando atención, ya que la reunión involucraba a su propio negocio, pero sabía que se trataba de inversiones que no modificarían nada demasiado importante en su empresa. Así que podía mantener la calma y confiar en sus colegas.

Taehyun y él eran los dos dueños de las empresas de cosméticos más grandes de toda Corea, de las más influyentes a nivel internacional. Mientras que la empresa del alfa se dedicaba más a productos para las manos y cuidados de la piel; la suya se dedicaba a la producción de maquillaje para el rostro.

Y hace un par de años se habían unido para crear una línea de cosméticos en conjunto, quedando ambas empresas asociadas desde ese momento. Por lo que para el mundo de la farándula, no se les hacía extraño ver al alfa y al omega paseando juntos por las calles o en múltiples reuniones de otras celebridades.

Lo que pocos sabían era de la relación que llevaban los jóvenes empresarios, llevaban cinco años juntos con una bonita marca de apareamiento en el cuello del omega. Habían decidido mantener su relación en privado, fuera del ojo público para poder llevar una vida más tranquila. Lo cual estaba dando bastante resultado.

Apenas podía concentrarse en lo que sucedía a su alrededor, había comenzado a dar contantes golpes al suelo con la punta de sus zapatos, acción que fue frenada con la mano pesada que se posó sobre su rodilla.

Él había decidido hacer lo mismo, posando su mano cálida sobre el fuerte muslo del alfa, pero su cerebro no tenía intenciones tan inocentes como las de él.

Desde hace más de dos semanas que su alfa no lo tocaba de ninguna forma, y eso comenzaba a ponerlo ansioso. No negaría que estaba necesitado de su atención.

Con las interminables reuniones y todo el trabajo que tenían para hacer, ambos llegaban a casa sumamente cansados y lo único que hacían era acostarse y dormir hasta el próximo día. Beomgyu extrañaba el toque de su alfa.

Así que no pudo evitar deslizar tentativamente su mano por el regazo de Taehyun, recibiendo una mirada de advertencia que solo lo impulsó a seguir adelante, llegando hasta el bulto en los pantalones del hombre, donde comenzó a acariciar suavemente.

Recibió un apretón en su rodilla, uno que indicaba que tenía que detenerse, pero él no iba a escucharlo. Por lo que continuó su trabajo, sintiendo la erección que comenzaba a formarse bajo su mano, suprimiendo una sonrisa al ver que lo que estaba haciendo estaba dando resultados.

Sus acciones estaban escondidas bajo la elegante mesa de caoba que los escondía del resto, agradecía que la decoración de la sala fuera rústica y la mayoría de los muebles fueran de madera, donde nadie podía ver lo que estaban haciendo. Aunque la posibilidad de ser descubiertos siempre estaba presente.

Taehyun se removió, la mano que descansaba sobre el apoyabrazos de la silla la mantenía cerrada con fuerza, hasta que sus nudillos se pintaron de blanco. Podía ver su pecho subiendo y bajando con pesadez, y lo profundas que eran sus respiraciones. Estaba tratando de contenerse.

Ninguno de los dos apartaba los ojos de la reunión, pero estaban muy conscientes de lo que estaba sucediendo debajo de esa mesa.

Probablemente en otra situación jamás hubiera hecho algo como eso, pero se estaba volviendo una tortura estar cerca del alfa sin obtener ni una sola caricia. Y quería hacerle saber lo mucho que lo necesitaba.