Mi primer y ultimo amor

Capítulo 7

Fue demasiado, últimamente la vida de Kai'sa iba de mal a peor y todo por su culpa, por una seria de malas decisiones tomadas seguidamente a consciencia y ahora, por otra mala decisión su vida se hundió a un más.

Pues ahora sus manos están manchadas con la sangre de Ezreal, el hombre que alguna vez traiciono, esa persona a la que le hizo un daño terrible, llego a su casa para redimirse, pedir perdón y quizá hasta empezar su vida pero solo termino el trabajo, acabando con su vida.

Accidente o no, para esto no hay perdón, lo echo echo esta, el mundo vera y juzgara su acción, en un juzgado nadie sentiría empatía por ella, sin embargo todos sentirían empatía por Ezreal, el chico que está empezando su vida de nuevo.

Pero que desgraciadamente fue asesinado por su ex obsesionada con él, celosa, rencorosa, envidiosa y molesta de que a él si le estaba yendo bien, la prensa es amarillista pero ¿acaso había algo de verdad ahí?

Kai'sa lo sabía, sabía bien lo que se escribiría de ella, ella no quería esto, no es así como quería que terminaran las cosas, en el peor de los casos esperaba que simplemente la votaran a la calle pero esto, esto no tiene arregló.

Después de unos minutos de sollozar y aferrarse al cuerpo de Ezreal, Kai'sa comenzó a tener una extraña sensación en su cabeza. Empezó a preguntarse por qué Ezreal no se había movido ni había respondido a sus llamados de ayuda. Su mente se nubló, y comenzó a tener una idea extraña: —quizás Ezreal solo está jugando conmigo y se está escondiendo—

Kai'sa comenzó a buscar a Ezreal en la casa, revisando cada rincón y habitación, pero no lo encontró. A pesar de que el cuerpo de Ezreal seguía estando en el suelo, ella simplemente no podía verlo. Kai'sa estaba en un estado de negación, incapaz de aceptar que su error había causado la muerte de Ezreal. Su mente se había negado a aceptar la realidad y había creado una ilusión para protegerla del dolor de su culpa.

Con los ojos llenos de lágrimas —Lo siento, Ezreal— susurró —vamos sal de una vez, arreglemos las cosas—

Mientras recorría la casa, su dolor se hacía cada vez más evidente —Pero lo que más me duele— dijo —es haber sido infiel. No sé cómo pasó. Sé que te he traicionado y que no merezco tu perdón—

Kai'sa se sentó en la cama de Ezreal, con la almohada apretada contra su pecho —Pero por favor, Ezreal perdóname— suplicó —Quiero una segunda oportunidad. Quiero hacerte feliz y demostrarte cuánto te amo. Sé que he cometido errores, pero prometo que nunca volveré a hacerte daño—

Lágrimas cayeron por su rostro mientras hablaba con Ezreal en su mente. —Te amo, te amo tanto— dijo —Si pudiera volver atrás, nunca me apartaría de ti pero ahora, todo lo que puedo hacer es prometer ser mejor. Por favor, dame otra oportunidad—

Se quedó allí por horas, hablando con Ezreal y recordando los buenos tiempos. Pero la tristeza y la culpa la consumían, impidiéndole encontrar paz —Te amo, Ezreal— susurró antes de quedarse dormida —Siempre te amaré, sin importar lo que pase—

Los días pasaron, Kaisa había estado viviendo en la casa de Ezreal desde que él falleció, y aunque al principio se sumió en una profunda depresión, ahora su dolor parecía haber alcanzado un nuevo nivel. Había perdido el apetito y apenas comía algo durante el día, lo que había llevado a que su salud se deteriorara.

La mayoría del tiempo pasaba largas horas acostada en la cama, sin la energía ni la motivación para hacer nada. La habitación estaba en un estado de desorden y abandono, con ropa y objetos desperdigados de Ezreal por todas partes.

Pensamientos intrusivos y repetitivos la atormentaban constantemente, haciéndole creer que Ezreal no se está escondiendo de ella, sino que está muerto —Debería haber sido más amable con él—se decía a sí misma —Debería haber pasado más tiempo con él, demostrarle más cariño—