Prologo

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La suela de la zapatilla rechina en el suelo mientras su pecho sube y baja con tanta fuerza que comienza a dolerle bajo las costillas; el sudor le recorre desde el rostro hasta la espalda y la camiseta negra se le pega al cuerpo de manera desagradable, aunque no es algo primordial en este momento y puede preocuparse de ello más tarde cuando un muerto viviente no lo esté persiguiendo para comerse sus sesos. Exhala con fuerza por la nariz mientras recorre los pasillos de la antigua escuela a la que asistía con sus amigos y compañeros, antes de que el mundo se fuera al carajo, intenta perder a su antigua maestra de matemáticas usando una que otra silla para obstaculizar su paso, pero aún teniendo la pierna rota y arrastrándola por el piso, ella extiende sus brazos para tratar de atraparlo y tomar un pedazo de su carne para alimentarse.

"Mierda, ¿Dónde estás?" piensa de manera desesperada al encontrarse de nuevo en la cafetería, justo donde había tenido el infortunio de ver a la antigua profesora comiendo directamente desde el estómago del Sr. Mackey. La mujer entra y se abalanza sobre él, pero logra esquivarla con éxito y a regañadientes usa la última bala que le queda en el revolver.

—Genial —refunfuña, sentándose en una mesa y viendo su arma con el ceño fruncido—. Era la ultima

Observa el lugar con cierta nostalgia en los ojos y un sentimiento de angustia le hace un nudo en la garganta. Todavía recuerda el último día que almorzó con sus amigos; Kyle hablaba sobre un próximo examen del que ni siquiera estaba enterado, Kenny mencionaba a una tal Kelly con la que se reuniría —una ex novia de la infancia con la que volvió a retomar contacto o algo así—, Cartman engullía su quinta rebanada de pizza y revisaba su celular mientras asentía con la cabeza como si de verdad estuviera escuchando a Kyle con interés. ¿Cómo es que de la noche a la mañana todo el mundo se fue a la mierda?, se pregunta mirando el cadáver podrido de su profesora a sus pies.

Un ruido fuerte lo sobresalta y sus sentidos vuelven a estar alerta. Un nombre llega de inmediato a su cabeza, como una voz que le grita que reaccione de una vez por todas, y sus piernas se mueven por si solas otra vez. Sigue el sonido de los gruñidos y los jadeos hasta llegar a un salón donde se encuentra con la enfermera convertida en zombie y a Craig luchando por su vida.

Entra y agarra el arma que esta en el suelo y sin pensarlo dos veces dispara en la cabeza a la mujer. El cuerpo de ella se queda quieto por un segundo antes de desplomarse en el suelo, inerte.

—¿¡Estas bien!? —exclama preocupado, acercándose a Craig para tomar su rostro en sus manos—. ¿Craig?

Craig jadea con fuerza y se queja mientras lentamente cae al piso. Su mano se esconde dentro de su chaqueta y su cuerpo todavía tiembla producto de la adrenalina y el evidente dolor que no puede ocultar de aquellos ojos azules que lo miran asustado.

Su chaqueta se hace a un lado en un movimiento brusco por parte del otro y un jadeo ahogado reemplaza el silencio del lugar por un momento.

Craig ríe porque no sabe cómo afrontar la mirada llorosa del otro. Agacha la mirada y se encuentra con la herida que le ha dejado aquella mujer al morderlo, intentando arrancarle uno o dos dedos para saciar su hambre. La marca de los dientes lo condena y ambos lo saben.

—No me veas así, Stan —murmura—. Solo...no me veas así, por favor

Una lagrima cae por la mejilla de Stan y Craig le arrebata el arma.

Un disparo resuena en el silencio y otra lagrima se desliza por la mejilla de Stan.

Dispara (Staig)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora