ᴅᴏɴ'ᴛ ᴡᴀᴋᴇ ᴜᴘ || ʙɪʟʟ ᴅᴇɴʙʀᴏᴜɢʜ [ʙᴏʏs]

𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝖘𝖊𝖛𝖊𝖓

𝑴𝒂𝒊𝒏𝒆, 𝑫𝒆𝒓𝒓𝒚
𝑶𝒄𝒕𝒖𝒃𝒓𝒆 𝟏𝟒 𝒅𝒆 𝟏𝟗𝟗𝟐.

La tan esperada hora de salida al fin había llegado para aquellos que ya anhelaban ir a sus casas o simplemente ir a divertirse con sus amigos como el grupito que había planeado ir a una feria. Cada uno se dirigió a sus casa para poder avisar a sus padres y/o tutores legales de estos y que en tal caso regresarían entre las 8 o 9 de la noche, pues querían disfrutar cada atracción o puesto que se encontrarían ahí; lograron su cometido, no sin antes agarrar algo de dinero de sus ahorros o simplemente agradecer el dinero que les dieran sus familiares y así finalmente encaminarse al punto de encuentro que habían asignado.

Mientras tanto, en casa de los Miller, el muchacho aún se encontraba arreglandose, aunque ya no fuera mucho lo que le faltaba, sólo miraba como acomodar su cabello que sin dudas era algo rebelde y difícil de dominar, concentrado en aquello no se percató que el timbre de su casa había sonado y aunque lo hubiera hecho no le tomaría importancia porque no esperaba a nadie, quizás sería alguna vecina u amiga de su madre; sin embargo, esta vez no fue así.

-_________!-su madre grito desde la planta baja- ¡Alguien vino a buscarte!- exclamó la mujer, extrañado decidió salir de su habitación dispuesto a dirigirse a ver quien le buscaba. Al llegar a la planta baja diviso aquellos ojos verdes que al parecer, ya conocía tan bien como si de su libro favorito se tratase.

Atónico se atrevió a preguntar -¿Bill, qué haces aquí? Digo, no es como que si no pudieras venir, es solo que pensé que estarías ya en el punto de encuentro.

-Oh si, lo s-siento por eso, es que quería visitarte y tal vez ir j-juntos ya que me quedaba cerca tu casa.- contestó, aunque sabía que mentía, la casa de Denbrough estaba algo lejos de la suya y por el camino que se supone que tenía que haber tomado era corto, pero no se atrevió a decir nada solo asintió y ahora si se despidió de su madre y al fin se encaminaron al lugar que irían.

-Vaya, hasta que llegan!- exclamó el de asmático que no parecía muy contento por la falta de puntualidad de sus amigos- ¿Saben cuánto tenemos esperando aquí? Quince minutos, Dios, sean más puntuales y tras eso, aún falta Richie.

De cierta manera al pequeño le fastidiaban ese tipo de cosas, aunque no era del todo su culpa, a Stanley también le molestaba, pero él al contrario de Eddie, no lo demostraba, algunas veces.

-Lo siento Eddie, fue mi c-culpa, estaba distrayendo a _______ en todo el c-camino y pues no nos dimos cuenta.

-Bueno tampoco todo es su culpa.- dispuso ya tratando de calmar al pequeño Eddie, cosa que funcionó unos momentos hasta que Richie se apareció.

-Hola hola, criaturas del exterior, ¿qué tal están?- decía mientras imitaba una voz algo peculiar.

-Criaturita te voy hacer yo- dijo Eddie apunto de avalanzarse encima de este pero siento detenido por Mike justo a tiempo- ¡Llegas tarde!

-Oh pequeño Edds, tienes que controlar tu temperamento.- dijo agachandose un poco- además, solo fueron unos minutos.- esbozó una sonrisa-

-Serás un...-trato de respirar para calmarse así mismo- bien, mejor vamonos antes de que si mate a Richie.- dijo para ahora si ser soltado del agarre, el resto solo se tomo la molestia de reír bajito por aquella escena.

El grupo comenzó avanzar a la feria que ya por supuesto no estaba tan lejos, solo a unos 7 minutos de distancia. Todos reían a las ocurrencias que decía Richie, sí, aunque sus chistes eran malos igual era el alma de todos ahí, entre risas llegaron a lo que parecía la entrada del lugar, se tomaron el tiempo de inspeccionar todo antes de decidir a qué irían primero.
Cada uno quería ir a una atracción diferente al mismo tiempo, hasta que decidieron ir a una casita del terror.

La tarde transcurría rápido entre burlas, risas, adrenalina, gritos y más, todos se estaban divirtiendo no había nada que pudiese dañarles la tarde, incluso lograron tomar fotos con una cámara que había logrado llevar Stan, cortesía de la señora Uris. No fue hasta las 5 de la tarde que todos decidieron ir por algo de comer, estaban exhaustos pero no iban a irse, no todavía.

Fueron hasta un puesto de comida rápida donde al menos no estaba tan lleno como los otros puesto que estaban abultados de gente.
Mientras comían compartían una pequeña platica de cual podría ser la siguiente atracción a la que se montarian y quien resistía más en no botar todo lo que habían ingerido, según Richie, el primero en perder sería Eddie.

-Hey, _______.-susurro Bill para que solo ellos dos pudieran escuchar- me preguntaba, si querías ir a la rueda de la f-fortuna, en unos minutos la vista será i-increíble según escuché.

-Me parece genial.-dijo emocionado también entre susurros- hay que decirle a los chicos sobre esta idea.

Antes de que Miller dijera algo en voz alta, Denbrough lo detuvo- No, me refería a los dos, los chicos no querrán montarse ahí, prefieren las atracciones más...movidas. Pero esta bien si no q-quieres.

Solo mostró una sonrisa sincera, con solo eso supo que decía que sí iría con él. No tardaron ni dos minutos en ponerse de pies y decirle al resto que volverían en varios minutos, pues tenían asuntos pendientes, el resto solo asintió pero les siguieron con la morada hasta darlos por perdido ante la multitud.
Si bien les parecía raro, no le tomaron tanta importancia, estaban más sumergidos en quién ganaría resistir sin gritar o llorar en otra casita del terror que se encontraba cerca.

Bien, había dicho que regresaría con varias actualizaciones hace muchas semanas pero se me había olvidado y ahora me doy cuenta que me quedan al rededor de 3 semanas más para ingresar al colegio, una tortura, pero qué le puedo hacer?

Prometo que ahora sí seguiré con este fic, aunque casi nadie lo lee ya, pero boe, igual gracias a las personitas que siguen aquí.

¡Nos vemos pronto, cuídense!