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Narra Arthur
Tome a Sakura de la mano y nos fuimos tan rápido como pude sin que se notara lo molesto que en verdad estaba.
Nos alejamos lo suficiente de la taberna y Sakura por fin hablo o más bien se quejó.
Sakura:A-Arthur... me lastimas un poco.
Reaccione y solté su mano observando las marcas de la presión de mis dedos en ella.
Arthur: lo... lo lamento.- suspiré.
Me sentía tan molesto, frustrado, y sobre todo, traicionado.
Yo admiraba enormemente a Meliodas, desde que era niño Merlin me había llenado de las increíbles historias de Los siete pecados capitales, pero sobre todo de su líder, su capitán, el legendario Meliodas, durante muchos años ansié el momento en el que pudiera conocerlo, conocer a ese legendario caballero, y cuando lo hice, superó totalmente mis expectativas, era impresionante verlo pelear por todo lo que le importaba y por su amada... y ahora, ese hombre se había ido, bien dicen que  "nunca conozcas a tus héroes", y lo supe desde el día en que se conocieron, el capitán la veía de forma diferente, y ella... ¿también?, pero ella había aceptado volver conmigo, no lo habría hecho si le gustara alguien más, ¿verdad?, o tal vez...
Me saco de mis pensamientos
Sakura: Arthur... volvamos a casa, ¿si?.- dijo y tomó mis manos, las cuales no había notado, estaban fuertemente apretadas en puños.
Arthur: si, deberíamos volver...- pero sin siquiera poder evitarlo, comencé a llorar.
Sakura lo noto y solo me abrazó fuertemente, su calidez era enorme, pero por alguna razón dolía el creer o quizás el saber que ella también sentía algo por Meliodas.
Permanecimos así un rato en silencio y luego volvimos a casa.

Narra Merlin
Estaba helada, ¿Elizabeth siempre había desconfiado de esa forma de mi?, quiero decir, si, Meliodas y yo pasábamos demasiado tiempo juntos, pero era obvio, habíamos estado literalmente vidas juntos, y cuando ella no estaba, el uno al otro era lo único que teníamos, todas las personas que conocíamos, eventualmente morían, pero el y yo permanecíamos juntos, es verdad que yo lo amo profundamente, pero jamás lo he demostrado, y gran parte de nuestras conversaciones eras sobre cómo eliminar las maldiciones, así que ¿porque? Y peor aún ¿porque lo evidenciaba ahora?.
Tenía muchas, muchas dudas y me sentía inusualmente inquieta, mis mejillas ardían, no lograba centrarme, pero algo me hizo reaccionar.
Arthur: eh... ¿se puede saber qué pasó?
Entre en razón al escuchar la voz de Arthur, salí de la taberna tras Meliodas y Elizabeth, pero fue tarde.
Ellos habían tenido discusiones, como todo el mundo, y en ocasiones me tocaba el incómodo papel de ser la mediadora para hacerlos entrar en razón, aunque muchas veces evitaba involúcrame y me iba a otro lugar.
Pero esta vez no fue ninguna, no logre hacer nada para evitar que alguno dijera algo que no debía.
Y Meliodas lo había hecho, en su cara, le había gritado a Elizabeth el nombre de la chica a quien el ahora amaba.
Eso la destrozó, se arrodilló y comenzó a llorar, ni siquiera pude pensar en que hacer, en si acercarme a consolarla o en darle mi apoyo a él, o no lo sé, no pude  reaccionar de alguna manera, porque los vi, vi a todos afuera, junto a mí atónitos por lo que acababan de oír, pero lo peor fue, que de entre esos rostros sorprendidos había dos distintas expresiones, la de Arthur, intentando disimular su gran molestia, y la que me sorprendió, la de Sakura, que, aunque levemente, se mostraba sonrojada, sus ojos parecían incluso con miedo.
Maldita sea... ¿en serio?, ¿ella también sentía algo por Meliodas?, quiero decir, a pesar de que tengo conocimientos increíblemente extensos, las relaciones con otros no son mi fuerte, pero, la expresión en el rostro de Sakura ciertamente era el miedo de haberse equivocado, el miedo a haberle dicho que si a Arthur de nuevo.
No hubo más tiempo de reacción para que alguien pudiera intentar calmar las cosas, porque Arthur tomó a Sakura de la mano y se fueron del lugar.
En el fondo quizás lo que Arthur estaba sintiendo era también mi culpa, desde que era niño le llene la cabeza de historias para que admirara a Meliodas, plasme mis sentimientos en las historias que le contaba, y ahora, él se sentiría totalmente destrozado y traicionado por su gran héroe.
Un momento después Elizabeth entro a la taberna, siendo seguida por Diane e Elaine, luego el resto también entró, Ban y yo, por primera vez en los más de diez años de conocernos, cruzamos miradas, luego nuestra vista se dirigió a Meliodas y de nuevo a nosotros y finalmente fuimos hacia Meliodas.
Ban: Capitán...,
Merlin: Meliodas, ¿estas...?
Meliodas: vaya... eso salió muy mal...- dijo y acto seguido comenzó a ¿reír?
Meliodas: ¡ja! Vaya, vaya, ah, tanto planear para que saliera tan mal, Elizabeth esta destrozada, y Arthur no querrá volver a verme jamás, ¡Cielos, que mal!
Ban: creo que tú tampoco estás bien.
Meliodas: Nah, yo estaré bien, ellos me preocupan más, pero...
Merlin: espera, antes de que digas algo más, necesitamos decirte algo, muy importante.
Meliodas: ¿ah, si ? ¿Y que es?.
Ban; mientras tu hablabas con la princesa Elizabeth...
Merlin: Arthur y Sakura nos dieron..., un anuncio.
Meliodas: no me digan que...
Merlin: si, es Justo lo que estás pensando, y dado lo que ocurrió no me sorprendería que anuncien una boda muy pronto.
Meliodas: Maldición..., no quiero dejarla ir, pero extrañamente siento que sería hacer lo correcto.
Ban: si, pero la verdadera pregunta aquí es...
Merlin: ...¿desde cuando tú haces lo correcto, Meliodas?

Un nuevo destino(meliodasxlectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora