Te haré pecar "vmin"

Angel

Hola soy park jimin, un ángel común y corriente que solo existe para poder servirle a un Dios.

Este mundo se trata de un mundo entre seres del inframundo y del cielo pero también existe la tierra y los humanos, estos últimos siempre los pintaban de malos aún que nadie sabía esto ya que nunca avían visitado la tierra.

Yo era un ángel común el ángel comun se encarga de servirle a los demás ángeles, los ángeles eran algo muy puro y delicado, avían varios tipos de ángeles como, el *ángel de la guardia* que se encargaban de cuidar a los demás ángeles, el *ángel de la vida* que se encargaban de animar y curar a los demás ángeles, y por último el *ángel normal* que solo existían para servirle a su dios que era alguien muy puro.

Pero en este mundo abian reglas que debías seguir al pie de la letra si no querías que te castigaran, las reglas eran estas

Los ángeles tenían prohibido:
1._ tener algún deseo o fantasía sexual
2._ deseo excesivo por el pan y el vino
3._ buscar atención inesesaria
4._ tener falta de esfuerzo y pereza
5._ Sentir enojo e ira contra alguien
6._ Ser ambicioso y querer veneficios propios sin importar de los demás
7._ Tener envidia a alguien.

todo eso era muy prohibido en su mundo, pero avía una última regla aún más importante...

8._ No enamorarse. Todo eso es ser un verdadero ángel tenias que cumplir con todo esto, si no lo hacías te castigarian por aver pecado.

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Me encontraba acariciando las plumas de mis alas, eran brillantes y muy suaves me gustaba acariciarlas,

Alguien me grito a lo lejos

-Hey minie!- se abalanzo a mis brazos y me abrazo era mi gran amiga, Sana era un ángel de la vida, se encarga de animar a los demás, ella era muy linda se decía que los ángeles eran muy hermosos pero enrealidad jimin no veía feo o fea a nadie eso seria un pecado y jimin era alguien puro.

-Hey Sana- recibi su abrazo gustoso, era un año menor que yo, era como mi pequeña hermana.

-Que haces aquí jiminie?- me pregunto sonriente.

-Nada estaba distraído, viendo el paisaje- me separe de el abrazo, y mire el hermoso paisaje era pura naturaleza árboles, animales, montañas y cascadas.

-Y valla que es muy lindo ver estos paisajes- se sentó alado mio.

Mirar el gran paisaje era relajante, no avía nada simplemente avían pequeñas cuevas blancas así le llamaban a los hogares de los ángeles eran grandes cuevas en las montañas su interior era totalmente blanco, era todo naturaleza.

Un pequeño conejo blanco se acercó a mí, lo mire y lo acaricie y lo puse en mi regazo.

-Hey por qué todos los animales te prefieren a ti- Somi puchereo, esto era verdad aún que el ángel más puro de este mundo se asercara a el conejito este pequeño animal se quedaría con el por qué siempre lo preferían a él y esto le divertía ya que era gracioso ver a sus demás amigos con pucheros, aun que no podían reclamar por que sería un pecado.

-Yo soy como el dios de los animales- dije bromeando y riendo, esta río conmigo también.

Nos quedamos platicando un buen rato en las montañas varios animales se acercaron a nosotros, el viento frío pegaba en nuestros rostros así embolviedo nuestras alas en el cuerpo quedando todo el cuerpo cubierto por esas finas y suaves plumas.

-Hey el Dios quiere que ya todos estemos en nuestros hogares- vi a lo lejos a una chica era mi grande amiga seulgi, era un ángel como Sana era ángel de la vida solo que ella curaba a los demás.

-Oh vamos seulgi- Sana se levantó y fue junto a la hermosa chica, yo me levante seguido a ellas y fui a mi casa que compartía con mi familia aun que en este mundo todos eramos familia.

Llegue a mi casa y fui directo a la cama, le di las buenas noches a mis amigos y me dormí.

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