Olor a marihuana | [Kookmin]

capítulo 18

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El omega pelirrojo trataba de no pensar en lo que había pasado, en especial cuando su omega le reclamaba y le daba el sentimiento de culpa.

Ese día había decidido ir a ayudar a sus padres con la cafetería. Su ánimo no era el mejor he intentaba no verse tan mal aunque las ojeras debajo de sus ojos y su olor a tristeza lo delataran.

Ahí estaba Jimin en el almacén viendo al gran mueble donde tenían las reservas, ni siquiera trataba de recordar a qué lo había mandado su padre pero sabía que ya tenia mucho rato allí dentro. No mentiría si dijera que su propio olor lo estaba sofocando.

-Uh, ¿porqué apesta como si unos marihuanas hubiera entrado aquí? -Su madre había entrado sin prestar atención a su hijo quien la veía con un puchero en sus labios. -Deberíamos tener más cuidado con m... -

-Mamá, soy yo. -El omega habló al darse cuenta que la alfa no había notado su presencia. -Perdón. No me había dado cuenta que estaba dejando salir mi aroma.

-No, tranquilo, cariño. -Su madre se sintió un poco avergonzada por lo que había dicho antes. -Anda, sal y trata de despejar tu mente un poco. No queremos que nos vengan a acusar por hacer cosas que son ilegales, ¿si?

El chico solo pudo asentir con pena.

Su madre había logrado oler toda su tristeza y seguramente recibiría otra larga charla llegando a casa.

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Jungkook estaba empapado en sudor y había cerrado los ojos para recobrar un poco el aliento del esfuerzo físico que estaba haciendo de sostener a su madre omega que soltaba maldiciones a su padre alfa que estaba con esa aura tan seria de siempre y sentado recto.

-¡Eres un! Ni siquiera voy a insultar a tu mamá porque no lo merece. Ella no tiene la culpa de tener un hijo tan horrible como tú. -MinAh lo señalaba con su dedo indice teniendo el ceño fruncido.

JiHoon quien estaba comiéndose un sándwich en la cocina recibió una mirada de ayuda por parte de su hermano mayor. Chasqueó la lengua y dejó su comida en la mesa para ir hasta donde su mamá y ponerse frente a ella.

-Mamá, tranquilízate. -JiHoon puso sus manos sobre los hombros de la mujer pero ella le gruñó. -Bueno, lo intenté.

Y sin más, se alejó dejando solo a Jungkook otra vez.

-Mujer, ¿Puedes bajar el tono de tu voz? - KyungHoon ahora se hacía masajes en sus sienes para evitar la jaqueca que sentía que podía tener en esos momentos.

-Claro, ¿Después me vas a decir que me vaya de la casa y me vas a dejar en la calle con todo y nuestros ca chorritos? -MinAh se giró para abrazar al alfa marihuana que deseaba que la tierra se lo tragara y lo escupiera en el polo norte. -Eres el peor alfa que he conocido en mi vida.

Su madre ahora lloraba y Jungkook trataba de consolarla.

Para él era una tontería por lo que su madre lloraba pero no se lo diría o terminaría afuera de la casa con la lluvia que caía en esos momentos.

-No te quiero en mi casa, asesino de plantas. - Demandó la omega.

-Amor, prometo comprarte más. -El alfa mayor ahora suplicaba por su vida. -Está lloviendo afuera y me puedo resfriar.

La omega se apartó un poco de su hijo mayor para ver a su alrededor hasta encontrar a su hijo menor.

-Bebé, ¿puedes traer una sombrilla? -JiHoon quería evitar ser regañado así que fue por la sombrilla y se la entregó a su padre quien en ese momento parecía un cachorro regañado.

-Lo siento, papá, pero aquí mamá es la que manda. -Se encogió de hombros y los tres miembros restantes vieron como el alfa mayor salía de la casa con la sombrilla.

-Recuerden no casarme en mi vida. -Dijo Jungkook después de ver todo el drama que había hecho su madre.

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Jungkook iba a sentarse a ver una película después de que su mañana había sido todo un escandalo: desde hablar con el papá de Jimin, hasta su padre quien por accidente había caído sobre las plantas que tanto cuidaba su madre.

Creía que necesitaba un buen descanso de tantas emociones y eso que apenas eran las once de la mañana. No quería pensar nada más pero el sonido de su celular le hizo patalear como un niño pequeño.

-No tengo dinero y tampoco paso tareas. -Dijo una vez que contestó el teléfono. Ñ

-Idiota, si tuviera que pedirle a alguien las tareas, definitivamente no serías tú. -Daehyun le respondió desde el otro lado de la línea. -¿Sabías que Jackson y Mark tuvieron una cita? Como sea, necesito que vengas a mi casa porque te tengo un chisme.

-¿Qué Jackson y Mark qué? -El alfa se atragantó con su saliva sin poder creer lo que había escuchado.

-Ven a mi casa y te cuento todo el chisme completo pero antes necesito que traigas un helado. Pronto entraré en celo y quiero helado.

-Dae, no soy ese tipo de alfa. Tú ya tienes pareja y además, estoy en etapa de superar a Jimin.

-Ni quién quiera pasar el celo contigo, solo quiero decirte algo muy importante así que corre. -Lo regañó su amigo.

-Afuera está lloviendo y además, tengo que caminar hasta tu casa. -Se quejó. -Es mucho ejercicio físico y mi hermoso cuerpo no me permite hacer tanto.

-¡Eres un flojo, JeonJungkook! Ya voy yo a tu casa así que espero que por lo menos me abras la puerta.

Después de colgar, Jungkook simplemente se acostó en el sofá esperando a que su amigo llegara. No tomó mucho tiempo porque después de cuarenta minutos ya tenía a su amigo gritando asustado fuera de su casa.

Se levantó rápidamente pensando que algo le había pasado que ni tiempo de ponerse su otra chancla le dio. Al abrir la puerta se encontró a su amigo golpeando a su papá con la sombrilla.

-¡Kookie! Un pordiosero quiso entrar a tu casa. -Dae arregló sus cabellos intentando gruñir aunque más bien él no podía dar miedo y solo se escuchaba como un tierno bebé.

-Es mi papá. -Se rió cuando vio a su padre acostado en el suelo en forma de estrella, mojado por la lluvia, lleno de lodo y viendo al suelo.

-Oh... Perdón, señor Jeon. -El lindo omega se disculpó haciendo una reverencia.