Única parte

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-Alfa... ¡Alfa!- gime Jimin mientras se apoya con las palmas de sus manos en la barra de la cocina mientras su querido alfa arremete contra él tomando su cadera con sus fuertes manos y soltando gruñidos.

Alza su trasero, lo más que se puede permitir, para darle más acceso de verlo, sabía cuánto le gustaba y supo que estaba en lo correcto cuando su alfa empieza a tocarlo sin pudor mientras sube la intensidad del ritmo, sin poder resistir los toques y las embestidas se corre con un fuerte gemido, unos segundos después Jungkook le sigue mordiendo la marca que poseía su omega.

-Voy a llegar tarde si no me voy ahora, cariño- dice curando la herida con lentas lamidas.

El asiente con su cabeza mientras trata de recomponerse del orgasmo que acababa de tener, su alfa lo voltea para verlo y sonríe al ver la bella imagen que tiene enfrente.

-Me encanta verte así- y Jimin lo sabe, es por eso que lo había estado provocando desde que despertaron.

-Estoy bien, no te preocupes por mí- le responde mientras es perfumado por sus feromonas.

Jungkook le besa por unos segundos y después baja hasta su vientre.

-Regresaré más tarde- le da un beso en su barriga donde se encuentra su cachorro de cinco meses.

Después Jimin le despide en la entrada de su casa, entra para enjuagarse los muslos, luego se recuesta en su nido. Nunca se imagino que estar embarazado fuera tan difícil, al principio odio los mareos, las náuseas y los vomitos, después el aumento de su peso y ahora sudaba por todo, no quería bañarse en seguida de estar con Jungkook ya que perdía el rico olor de su alfa, pero aguantaría cada día, cada mes con una resplandeciente sonrisa solo con seguir viendo la cara de satisfacción de él.

En su cita prenatal le habían recomendado hablar con su cachorro para aliviar el estrés y la ansiedad de este, Jungkook lo hacía todos los días, le cantaba por horas esperando algún movimiento pero este parecía sin mostrar rastros de querer moverse.

El omega toca su barriga mientras ve hacia el techo intentando saber qué decir, su alfa le ha dicho que le hable de su día o de las cosas más simples pero las palabras no salen de su boca, sabe que es importante para su alfa y no lo quiere decepcionar pero nunca se imaginó preñarse.

Antes de poder seguir pensando algo se queda dormido oliendo la ropa del alfa.

ʕ•́ᴥ•̀ʔっ

Jimin abre sus ojos rápidamente cuando escucha un sonido proveniente de la puerta, mira hacia el reloj de la pared y todavía falta mucho para que su alfa llegue, así que se levanta con agilidad y se pone atrás de la puerta para escuchar, cierra los ojos y se concentra. Son dos.

Abre la puerta lo más suave posible y camina hacia las escaleras del primer piso, otra cosa que odiaba es que el cachorro lo había vuelto el doble de pesado tenía que poner más esfuerzo para que sus pasos no sonaran.

Empieza a olfatear, pero no encuentra ningún rastro de olor así que seguramente serían betas, Jimin comienza a respirar lo más lento posible y a bajar el ritmo de su corazón, ya no tiene sus inhibidores así que lo mejor que puede hacer es confundir su propio olor con el de la casa.

-Recuerda no lastimarlo, si pierde el cachorro valdrá menos-los escucha decir, seguramente están en la cocina, se devuelve ligeramente hacia las escaleras, no tardarían en subir en unos tres o cuatro minutos.

Entra al cuarto que comparte con su alfa, abre el vestidor y después de quitar una tabla falsa, pone el código de seguridad en la caja fuerte, saca una pistola y la vuelve a cerrar. Luego de quitar el seguro, sale y se pega hacia la puerta de la habitación tratando de volver a escuchar los pasos pero todo está demasiado silencioso, abre la puerta y es agarrado rápidamente del brazo para darle vuelta y someterlo, sin embargo antes de que eso suceda le da un buen golpe en la nariz con el mango de la pistola y es soltado.

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