Cuando miro hacia el cielo y veo las hojas de un árbol tan alto que se mueven con el viento, recuerdo que de niña me encantaba subirme a la copa de todos los árboles, no me conformaba con subirme a la primer rama que parecía lucir firme, me sentía toda una exploradora, mirando el mundo desde arriba, no me importaba si había altibajos en el intento, anhelaba poder cumplir tal misión, así sentir el dulce frescor, de ese vértigo, el sonido de los pájaros tan cercanos, me sentía una pequeña con alas grandes y así lo era, solo que aún no lo sabía, podía comerme el mundo entero si así lo quisiera, debería de hacerle caso a mi niña no tan pequeña, yo sé que ella puede darme ese coraje que tanto estoy en búsqueda, y así lo hará, solo falta cada vez menos.
ESTÁS LEYENDO
Notas en un Viaje
PoesiaLlevo la pluma tatuada en mi corazón, a donde vaya estará conmigo y por supuesto contigo.