Al fin era su cumpleaños, estaba ansioso ya que lo había estado esperando desde hace algunos meses. Al fin era mayor de edad e iba a poder viajar a Berlín como le prometieron sus padres.
Además, era el último día de clases ¿Quién no estaría feliz de empezar sus vacaciones conociendo el lugar que siempre quiso visitar? Pero bueno, esta historia no se trata de un viaje, se trata del regalo que le daría su mejor amiga.
Todos ya le habían felicitado por mensaje o apenas lo vieron en la mañana, sin dudas lo estaba pasando de maravilla.
Siempre, a la salida, caminaba junto a su mejor amiga, Elisa, a sus casas debido a que estaban cerca. Él le contaba todo lo que tenía pensado hacer en Berlín, aunque no era la primera vez que le contaba ese mismo plan que la chica ya sabía de memoria tras tantas veces escucharlo.
—¿Cómo has estado con lo de la esquizofrenia?— preguntó Marcos.
—Bien, todo bien— dijo pensándolo un poco.
—¡Qué bueno! Y ¿Qué harás tú estas vacaciones?— le preguntó el chico.
—No mucho la verdad, no pienso ir a ningún lado— le respondió con simpleza Elisa.
—¿Por qué? Normalmente vas al campo de tus abuelos—
—Esta vez no. Por cierto, ¿Estás listo para la salida de esta tarde? Laura, Raúl, Jorge y Rosa dijeron que era mejor encontrarnos en la plaza de siempre— cambió de tema la chica. Siempre que un tema la incomodaba lo hacía, eso ya lo sabía perfectamente.
—¿Qué me ocultas?— decidió preguntar tras unos segundos de silencio.
—Tranquilo Marcos, tampoco que vaya a hacer algo malo— le dijo, tratando de evadir el tema —Ahora que recuerdo, aún no te he dado tu regalo, te lo daré hoy cuando nos juntemos con los chicos, es algo que te aseguro no regalaré dos veces—
—Está bien, sabes que no necesito regalos, tu amistad es más que suficiente, eres mi mejor amiga y no te cambiaría por nada del mundo—
—Aw, mejor bájale dos rayitas a tus cursilerías tontico—
—Jaja, está bien—
—Aquí lo dejo caballero, nos vemos más tarde— dijo al ver que llegaron a la casa de Marcos.
—Nos vemos Elisa—
Así cada quien siguió con lo suyo, ¿Quién hubiera imaginado lo que pasó después?
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Ya eran las seis de la tarde. Rosa, Raúl, Laura, Jorge y el cumpleañero esperaban a Elisa que aún no llegaba. Algo raro en ella ya que siempre era muy puntual.
—Le enviaré un mensaje, esto ya no es normal— habló Marcos.
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Leyó dos veces el mensaje y, aún confundido, mira al hotel y en el techo notó a una persona. Primero no entendía qué pasaba, ¿Por qué Elisa estaba allá arriba? Luego vió como se acercaba a la orilla del techo, se asustó, sabía que con un solo paso en falso caería hasta la vereda.
Los demás, al ver la cara de miedo de Marcos miraron a la misma dirección que él y entendieron que pasaba.
—¿Qué hace Elisa ahí arriba?— gritó asustado Raúl, primo de la chica mencionada.
—No tengo idea— respondió Marcos.
—Vamos, antes de que se caiga— dijo Rosa.
Los cinco empezaron a acercarse, autos pasaban sin parar por la calle evitando que pudieran cruzar. Finalmente pasó lo que temían, pero no como esperaban.
Vieron a Elisa sentarse en la orilla del edificio, se inclinó y cayó. Su cabeza fue lo primero que tocó suelo, formando casi de inmediato un gran charco de sangre a su alrededor.
En ese momento lágrimas empezaron a caer de los ojos de todos. Al fin pudieron cruzar la calle y Laura tomó el pulso de la chica. Ella estaba muerta.
Poco después llegó la ambulancia. La llevaron a la morgue y se les avisó del suceso a los padres de la joven.
Finalmente les entregaron una carta que tenía la chica en el bolsillo de su campera.
"Para: Marcos
De Elisa"
Eso era lo primero que se podía leer en la carta. Marcos decidió guardarla y leerla luego.
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Pospuso el vuelo para poder estar en el velorio y entierro de su mejor amiga. Aún no se atrevía a leer su carta.
Ya todos se estaban yendo del cementerio solo quedaban él y los padres de Elisa. Se sentó cerca de la tumba y sacó el sobre, empezando a leer su contenido en silencio.
"3 de Diciembre 2023:
Hola Marcos, sé que te preguntarás "¿Por qué?" pero la verdad es que ni yo sé por que lo hice, es tonto pero ya me conoces, siempre hago locuras, o bueno, más bien hacía.
Y también te has de preguntar "¿Por qué hoy?" y bueno, es mi regalo para ti, te dije que sería uno que no daría dos veces, y así es, te regalé mis últimos momentos en compañía y mi vida.
Y de nuevo sé que te preguntarás "¿Por qué?" ya que siempre fuiste muy curioso, y es porque te amo. Tonto, ¿No? Me enamoré de mi mejor amigo, muy cliché para mí, pero ya me conoces y sabes como soy.
Nunca imaginaria la posibilidad que llegarás a amarme como yo te amo a ti. A demás hay otras cosas que no creo poder contarte con tan poco papel, pero ya no aguanto respirar ni un minuto más.
Esto lo hago para protegerte de una loca como yo. Protegerte a ti y a los demás, ni yo sé de cuánto soy capaz de hacer solo para no escuchar más las voces de mi cabeza, y hace mucho que las pastillas dejaron de funcionar.
Te amo.
Con cariño: Elisa"
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926 palabras.
Sólo se han editado errores de ortografía y la fecha de la carta.
