TGCF One Shots Hua Lian!

La lágrima carmesí

***ALERTA SPOILERS*** 

Este capítulo contiene spoilers del segundo libro que estoy leyendo (cubre a partir del final del anime de Netflix) y otros que he escuchado en los videos del canal de youtube Danmei Lovers. 

Este fic se me ocurrió poco después de leer la escena en que están en la guarida de Qi Rong. Como que soy un poco masoquista quería darle un poco de tragedia a la historia e-e 

Sin más que decir, disfruten  ʕ•́ᴥ•̀ʔっ♡

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La tensión en el aire podría cortarse incluso con un cuchillo.

Luego de que Lang Qianqiu, el dios marcial del este, príncipe heredero del reino de Yong'an y antiguo discípulo de Xie Lian, descubriera abruptamente toda la verdad tras la confesión de Linterna Verde que deambula por la noche, una de las cuatro calamidades que no solo tenía sangre real del reino de Xianle, sino que era además primo del Xia Lian. A pesar de que este último había luchado por llevarse el secreto al destierro, no pudo hacer nada cuando Hua Cheng congeló su cuerpo y obligó a la calamidad a confesar el secreto de la masacre en el Banquete Dorado.

Al saber que el fantasma había escapado, Lang Qianqiu fue en su búsqueda. Dio una última mirada aún cargada de odio y frialdad hacia Xie Lian advirtiéndole que ya resolverían luego lo suyo.

Xie Lian quiso ir tras él, pero al saber que no tendría sentido hacer algo, solo suspiró con pesadez. Su mirada se mantenía baja aún. Había recordado tantas cosas que hubiera preferido se mantuvieran enterradas en lo más profundo de su mente.

- Acaba de descubrir la verdad, así que será mejor dejarlo tranquilo para que se calme- habló Hua Cheng con sus brazos cruzados.

Sin alzar su rostro, el dios respondió.

- ¿Por qué debía saber la verdad? ¿Acaso saberlo era tan importante?

- Muy importante. Necesitaba saber lo que hiciste y lo que no hiciste, y en especial, por qué lo hiciste.

Hua Cheng se sorprendió cuando de repente Xie Lian había roto la distancia entre ambos a gran velocidad y lo había tomado firmemente de su ropa. Su mirada tenía una mezcla de desesperación con fiereza.

-¿De qué vale saberlo todo? ¿Acaso sería menos culpable si matara a menos gente? ¿Serían las cosas menos difíciles?

- Lo que hiciste, no lo hiciste por maldad, no tienes que cargar con toda la culpa y que todos te odien- trató de hablar tranquilamente, como si temiera que fuera a romperse en cualquier momento.

Pero Xie Lian solo había terminado de romperse con sus palabras y una llamarada de ira brotó de su pecho. Bajó nuevamente su mirada y gritó.

- ¡Y qué rayos importa si lo que hice no fue por maldad! ¿Acaso no es verdad que maté tanto a los de su reino como a los del mío? ¡He matado a gente! ¡Culpables o no pero los maté! Merezco lo que me venga, ¿¡está tan mal contarlo todo como obra mía!? ¡Qué importa si me culpan y quieren matarme! No tengo nada qué temer. No importa lo que me venga, no puedo morir- jalando las vendas en su cuello mostrando los grilletes malditos- Yo hice esto, yo traigo la desgracia. Ahora que él lo sabe odia a mucha gente. ¿¡No hubiera sido mejor que sólo me odiara a mí!? Todo lo que le enseñé para que fuera mejor, para que no fuera cruel, para que fuera el mejor rey que pudiera ser para su pueblo y para mi pueblo, ¡ahora piensa que todo lo que le enseñé no fueron más que estupideces!-apretó su agarre- ¿POR QUÉ TUVISTE QUE INTERVENIR? ¿QUIÉN TE LO PIDIÓ?- dio sin pensarlo un empujón.

Hua Cheng retrocedió y su ojo se congeló al ver la imagen delante de él. No solo él, Xie Lian se sorprendió a sí mismo. Ya había sentido el extraño líquido mojar sus mejillas, pero no fue hasta tocarlo que se dio cuenta de lo que era. El dios lloraba después de tantos cientos de años.