PRIMADONNA

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Trabajar, el sueño de la niñes y el anelo de la temprana adolecencia y el martirio de la plena adultez.

Siempre se te dice que tienes que trabajar por lo que quieres, que obtienes lo que sudas y toda esa mierda que la verdad no sirve para nada, o al menos en su opinion, él Park Jimin siempre habia estado hastiado de toda la cultura del trabajo duro.  Queria relajarse en una casa gigante con vista al mar, que alguien más se partiera la espalda mientras él solo se dedicaba a él mismo.

Así llego a donde estaba, buscando desde pequeño como entrar a un mundo donde no nacio, planeando quedarse en este por lo que le quedara de vida.

El trabajo de Jimin era glamuroso, era artista de maquillaje para Teen Voge, a sus 22 años sudo para estar ahí, claro no de lamanera que muchos esperarian que sudara y eso lo sabia.

- Bueno, con esto te prometo que estaras a cargo de la proxima portada muñeco- el hombre que claramente superaba los 60 años agarro su trasero con " sensualidad" o eso era lo que el hombre robusto pretendia.

Jimin solo supo tragarse sus comentarios sobre el hombre mientras sonreía falsamente agradecido subiendo sus pantalones.

-Señor creame que no se arrepentira, se lo aseguro.

Saliendo de aquella oficina con la frente en alto y fingiendo demencia Park Jimin no sabia en que momento se convirtio en esto, mentira, él sabia exactamente en que momento su corazón se transformo en que momento se quito la venda de los ojos y se dió cuenta que el mundo exterior era una jungla.

Buscando un modo de irse a su apartamento reviso todas las apps de movilidad de su celular solo para decepcionarse, era demasiado caro pedir un Uber desde ese lado de la ciudad, lo mejor sería caminar un poco hasta la parada de un autobus que fuera al sur. El principal inconveniente de ese plan eran las circunstancias, era tarde dos de la mañana si se ponía estricto.

No era opción

Tampoco podía pedirle al gordo que lo llevara porque querría cogerselo otra vez y no estaba de humor, con una ya tenía suficiente de ese viejo decrepito.

No había opciónes factibles.

Tampoco era tan trágico, no era la primera vez que quedaba estancado en una situación así, por lo menos estaba listo.

Camino hasta donde el sabía estaban los camerinos del area de modelaje en su empresa, entro a uno que sabía no estaba en uso y que tampoco usarian mañana, se acerco al espejo de pie repasando su apariencia antes de soltar un estruendoso suspiro, ugh maldito anciano.

Tomo su mochila sacando su desmaquillante y algodon, limpiando su rosto lentamente, el resto de su rutina facial tendría que esperar a mañana cuando pudiera estar en casa; retiró sus pantalones para ir al baño del interior del camerino, ya dentro tomo algunas toalllas humedas que siempre había en los closets  y se limpio toda la suciedad de su cuerpo, borrando el torpe trato del maldito barrigón descartando todo saco su cepillo de dientes de su mochila, realmente era una bendición que siempre pensara en todo. 

Lavo su boca y guardo el cepillo, se lavo la cara con mera agua.

Se sento en el sofa que le serviría como cama esa noche, saco su hoddie azul y unos pantalones deportivos limpios, era comodo y funcionaba para pasar la noche, tendio su pantalon y blusa sobre la silla frente al tocador, esperaba que mañana fuera mejor.

- Por favor Dios, solo dame un hombre que me adore, que me ame tanto que este dispuesto a darme el mundo si se lo pido, por favor.

⊹──⊱✠⊰──⊹

A la mañana siguiente no fue nada paranormal a lo que solía ocurrir cuando los encuentros con sus jefes se prolongaban hasta tarde.

Se desperteto a las 6 de mañana, se vistió y salió del edificio, ese día no te tocaba trabajar sí que no había lío si no estaba en el estudio, además mataba por darse un baño; en el primer priso de la empresa lo que no se espero ver fue a un hombre no muy alto de cabellos grises y ojos felinos hablar con la señorita de seguridad, no eso no era una charla casual, él estaba dando indicaciones, que raro.

Procedió a pasar por el lado de ambos debido aque era la unica forma de escapar del eficio sin que se viera sospechoso, solo un artista dedicado que perdío la noción del tiempo en sus ideas.

- Oye Jimin- el mencionado volteo a la voz de la guardia de seguridad, situaciones así eran no frecuentes pero si normales para ella, el pelirosa dejando la empresa al otro día. Ella admiraba mucho el amor del chico por su trabajo.

-¿Que paso Byul?

La mencionada cabeceo hacia el hombre junto a ella abriendo los ojos exageradamente.

-Tú saludo hacia nuestro nuevo CEO no se escucho mucho Park, no querras ser grosero- Los ojos de Jimin se abrieron mientras su mandibula caía ¡¿ESE ERA UN NUEVO CEO?! mierda.

-Señor buenos días me disculpo por mi poco entusiasmo al saludar, me encuentro un poco cansado de tanto trabajar anoche, mi nombre es Park Jimin a su servicio- Dijo acompañando sus palabras de una profunda reverencia, pobre imbécil pensó.

Esos lagartos de la junta directiva lo comerían vivo, no tenia cara de tener mucha experiencia, si Jimin tuviera que adivinar le calcularia unos 30 años a lo mucho, sí, era bien parecido tanto en porte como cara pero esos malditos viejos decrepitos los conocía, pobre imbécil.

- Un gusto Park, mi nombre es Min Yoongi.

If i got me a wealthy manDonde viven las historias. Descúbrelo ahora