2 De Abril Del 2022

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Después de un día bonito con mi amiga regrese a mi casa, me desmaquille y me fui directamente a la cama. Pensé que después de pasar un buen día mis malos pensamientos se iban a esfumar, qué poco a poco yo iba a tener más días buenos si empezaba a socializar más en vez de encerrarme en casa, pero no fue así, nada puede salvarme, cerré los ojos para poder descansar y esperar por un nuevo día.

Desperté a las 8 am del domingo, al abrir los ojos sentí todo el peso de mi desgraciada vida, soy una mujer de 24 años, qué vive en casa de sus padres y que no cuenta con un trabajo por el maldito infierno de sus pensamientos, de contar con esa ansiedad y ese miedo de relacionarse con gente, qué le da pánico de solo pensarlo. Siempre me digo a mi misma "ojalá no hubiera despertado" todos los días, todas las mañanas, es la misma rutina, las mismas palabras que mi mente repite, para después sentir ese hueco en el pecho como si mil agujas se fueran enterrando para destruirme.

Soy patética, solamente vengo a estorbar en este mundo, no tengo ninguna cualidad, ningún virtud, mis amigos son contados con los dedos de una sola mano. Me mantengo en cama aproximadamente 30 minutos en los cuales solo repito mi miserable vida, para después ir hacia la cocina y prepararme algo de desayunar.

Yo siempre pienso en comida, me ayuda al menos distraerme por 15 minutos de todo mi día, me gustan las cosas saladas pero también me gustan las cosas dulces. Lo único que me hace feliz de mis días es cuando es hora de comer.

Mis padres siempre me han sobreprotegido, aun yo siendo una mujer de casi 25 años, todavía tengo que pedir permiso y si se me es negado tener que obedecer. No tuve una adolescencia normal, no fui una niña como todos los que me rodeaban, yo no podía salir con mis amigos porque tenía que cuidar a mi hermano, tuve que ser adulta desde mis 12 años cuando el llego a este mundo. Yo tenia que hacerme cargo de el, darle de comer, cambiar sus pañales, jugar con el. Hoy en día el tiene 12 años y sigo siendo yo la persona que cuida de el, la persona que lo espera todos los días cuando el llega de la escuela, con la que platica todo el día, juega y bromea. Lo amo demasiado, muchas veces el es la razón por la cual yo no he tomado la trágica desicion qué es acabar con mi vida. Pero aunque es la razón de mi vivir, yo no era la persona indicada para haberlo cuidado, yo estaba ahí para ser su hermana no para ser su madre.

Mi higiene no es la mejor, puedo estar más de 5 días sin bañarme o sin lavarme los dientes, mi cuarto es un desastre también, me cuesta poder levantarme de mi cama a menos que sea para prepararle la comida a mi hermano. Soy fea, mi cabello siempre esta enredado, mi ropa del día es una pijama, no me corto las uñas y tengo bigote. ¿Algún día alguien se fijará en mi? Me pregunto al verme en el espejo....

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Hoy escribo esto como método de desahogo, para que mis pensamientos queden por escrito, para ver si todo esto va ser un terrible sueño que ya termino o si será la razón de que mi vida llegue a su fin.

Fin del pensamiento.

Cada vez que despierto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora