Capítulo 7: el entrenamiento de Yaji-kun

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En el capítulo anterior:

"Alabado sea el cielo y los dioses que nos protegen" eran las oraciones de un viejo que tenía un crucifijo entre sus manos "Perdona a este demonio, pues no sabe lo que hace y otorga con tu divinidad una segunda oportunidad a los caídos" Douma se acercaba poco a poco al hombre.

"Jajaja... Señor, Dios no existe, pero lo que si existe son los demonios~" dijo Izuku para intentar infundir miedo en el viejo.

"Chico, lo que me vallas a hacer no me importa y también te digo que la intimidación no funciona conmigo..." Decía el viejo mientras veía el suelo manchado de sangre "Ya rece por ti, por mi y para ellos... Pero ¿Cual es tu propósito? ¿Cual es tu motivo?" Pregunto con la mirada fija en Douma.

"Ninguna, solo lo hago por placer, eso y nada más~" respondió Izuku sin provocar ninguna reacción en el viejo.

"Soy de esos que cree que todos merecemos el perdón divino. No te deseo el mal, solo espero que en un momento de cordura reflexiones sobre tus actos y recapacites..." El viejo vuelve a bajar la cabeza "se que eso no ocurrirá de la noche a la mañana, pero se bueno hijo mío" el viejo acepto su destino.

"Cómo diga, Padre~" dijo Izuku para cortarle la cabeza, pero a pesar de eso la expresión del viejo no cambio ni un poco; no había miedo, terror, tristeza ni nada por el estilo, solo había estoicismo y una pequeña sonrisa.

*Dios, perdóname por no haber hecho nada para proteger a mi gente, si me darás un castigo después de la muerte, lo aceptaré con mucho gusto* fue el último pensamiento del Padre antes de que su cabeza tocará el suelo.

"Por alguna razón eso no se sintió satisfactorio... Pero meh, que se le va a hacer~" dijo Izuku mientras se retiraba del pueblo.

Actualidad:

Diciembre 7 del año 162 después de los quirk.

Pasando de Izuku; nos encontramos en la playa donde Nana había acordado encontrarse con el joven rubio.

El chico estaba ahí sentado, viendo como poco a poco aquella playa se volvía un basurero. Esto le provocaba una ligera sensación de impotencia.

En eso llega flotando la séptima portadora del One For All, así llamando la atención del joven que la regresaría a ver.

"Oh, Señorita Shimura, buenos días" saludaría el rubio mientras se paraba.

"Buenos días, Toshinori-shonen" diría con una ligera sonrisa la azabache.

"Y bien, ¿Por qué me llamo aquí?" Pregunto el rubio mientras veía a los ojos a su futura maestra.

"Para contarte más a profundidad sobre mi don, ya que solo te conté lo superficial, además, te quiero ayudar a cumplir tu sueño de ser un símbolo de paz" dijo la mujer mientras veía al joven rubio.

El chico vio a través de Nana para ver si estaba mintiendo o no, y para su sorpresa no estaba mintiendo.

"L-lo dice en serio..." Susurro para sí mismo para dar una sonrisa y asentir con la cabeza.

"¡Bien! Ahora empecemos limpiando esta playa" dijo Nana mientras señalaba la poca basura que se encontraba en el lugar.

"¿Eh?" El chico miraba un poco incrédulo a la mujer.

"Lo que oíste, limpiaras esta playa" dijo mientras lo tomaba del hombro, haciendo notar que ella era más grande midiendo 1,79 y el chico apenas midiendo 1,69, que considerando su ubicación geográfica, es algo sorprendente la altura de ambos.

"Ok" dijo para hacer lo pedido por su ahora maestra.

"¡Bien! Mientras tú limpias, yo te contaré todo sobre mi don" dijo mientras flotaba y seguía al rubio.

"Izuku Shigaraki el segundo hermano"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora