Mi historia es la que todos ya conocen...
Los que se aman juegan el mismo juego, lo sé...
Pero ya sea ingenua o profunda, es la única melodía en el mundo que nunca terminará de sonar...
ʚɞ
Por la mañana los únicos sonidos que se percibían dentro de la enorme casa eran los sonidos de los utensilios de cocina al ser utilizados y el tenue murmullo de una vieja canción en la radio. Oda terminó de darle los toques finales al desayuno que había preparado para el Omega mientras apagaba la estufa y dejaba que el remanente calor del sartén mantuviera caliente la comida. Comenzó a poner los platos sobre la mesa y cuando estuvo satisfecho decidió encaminarse hacia la habitación del Omega.
No iba a mentir, estaba muy preocupado por la situación del pelirrojo; anoche lo escuchó llorar en sueños y a pesar de que sus instintos protectores le exigían entrar y reconfortarlo, su deber moral y su ética profesional le impedían irrumpir de esa forma tan grosera e inoportuna en los aposentos del menor, pues aquello sólo representaría una violación a su privacidad y su persona. Por ahora esperaba que Chuuya ya estuviera despierto para poder quitarse de la cabeza los malos pensamientos con respecto a su estabilidad emocional y salud física.
—Buenos días. —Tocó la puerta de la habitación con suavidad, un par de golpecitos que dejaban ver que estaba ahí. —¿Ya ha despertado? Le preparé el desayuno, me preocupa que no haya comido nada desde el accidente, espero no le moleste que me haya tomado tantas libertades.
No hubo respuesta del otro lado y eso sólamente acrecentó las preocupaciones del Alfa. Con un poco más de fuerza tocó nuevamente la madera de la puerta, pensando qué tal vez el Omega seguía descansando y por esa razón no lo había escuchado la primera vez que lo llamó. Dejó pasar unos segundos después del segundo llamado para darle tiempo al pelirrojo de responder en caso de que ahora sí le hubiese escuchado, sin embargo de nuevo no percibió ningún ruido dentro de la habitación.
—Por favor, sé que estoy siendo demasiado insistente pero debe saber que su seguridad es mi principal prioridad en estos momentos... —Tomó la manija de la puerta, moviéndola un poco para comprobar si tenía el seguro puesto.
Para su sorpresa la puerta cedió ante los movimientos y Oda dejó que se abriera sola poco a poco, revelando ante sus ojos el cuarto principal de la casa, ese mismo que Dazai y Chuuya compartían como matrimonio. Era muy grande, tal vez demasiado grande como para poder catalogarse como una sóla habitación de pareja y con demasiados lujos innecesarios por donde quiera que mirara; había un enorme ventanal que estaba cerrado con una gruesa cortina que parecía más bien el telón de algún escenario teatral, había muchos muebles también alrededor de todo ese amplio espacio: Sillones, una mesa de noche, un enorme tocador y muchos estantes repletos de libros y artilugios decorativos.
Al fondo de una pared podía verse una gran pantalla de plasma con su correspondiente equipo de audio de último modelo, muchos cuadros colgados a lo largo de todas las demás paredes y dos puertas más aparte de la principal; seguramente una era la del baño privado de la recámara y la segunda debía ser el closet que la pareja compartía. Todo ese lujo lo sorprendió por unos segundos pero se obligó a sí mismo a concentrarse en lo que realmente importaba: La cama de la habitación.
Esa amplia cama del tamaño de dos colchones matrimoniales, con su lustrosa y carísima base de ébano en donde todavía reposaba un durmiente Chuuya, ajeno en su totalidad de todo lo que sucedía a su alrededor. Oda se acercó con pasos cuidadosos pues no quería perturbar el sueño del Omega, admirando a la distancia las finas facciones de su rostro, su suave piel que parecía terciopelo, su respingada nariz, las largas y frondosas pestañas que adornaban unos hermosos zafiros brillantes, sus delgados labios tan rojos como una granada y ese sedoso cabello rojo como el fuego de un nuevo amanecer.
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Historia de un amor
FanfictionEncerrado en un matrimonio infeliz con un hombre que no ama, Chuuya siente que su vida ha llegado a un punto sin retorno en donde no encuentra un propósito para ser feliz, sin embargo un inesperado accidente hará que su vida tome un nuevo rumbo junt...