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...Si no lo sientes , no duele...

Lucian

Desperté temprano en la mañana , la luz del sol aún no se filtraba en la habitación, pero sabía que no podría volver a dormirme. Con un suspiro de resignación me enderece y me saque las piernas de la cama, luego apoye ambos brazos en la silla y gire hasta poder sentarme en esta, los años de arduo entrenamiento me estaban salvando de hacer que está situación fuera aún más tortuosa, mis brazos tenían la fuerza suficiente para sostener el peso de mi cuerpo medio muerto y poder hacer cosas básicas, para algunas aunque me molestaba tenía que pedir ayuda a Ada.
A veces hasta olvido que no puedo mover mis piernas e intento ponerme de pie , luego la decepción me golpeaba.

Lleve mi silla a través de la casa hasta el exterior, Ada coloco una pequeña rampa de madera en la escalera que me permite deslizar mi silla dentro y fuera de la casa.
Me detuve en el jardín junto a las rosas negras, Liena amaba esas flores, no podía dejar de pensar en ella, cada cosa que hacía o veía traía su recuerdo.
En las noches mientras duermo tengo este sueño que se repite una y otra vez noche tras noche, se siente como un recuerdo , solo que estoy seguro de que no ha sucedido, * Estoy de pie en el alcantilado , las manos en los bolsillos de mis pantalones , mirando hacia el cielo, el sol calienta mi rostro , luego nubes negras lo oscurecen todo y siento dos brazos que se envuelven a mi alrededor desde atrás, no volteo a ver, pero se quién es, su perfume de rosas me llena la nariz, Liena, pronunció su nombre , luego de la nada las nubes se alejan el sol vuelve a brillar y dejo de sentir sus brazos a mi alrededor. Cuando despierto aún puedo sentir su perfume. El sol comenzaba a despuntar iluminando todo, mire hacia el cielo para sentir el sol calentando mi rostro, justo como en mi sueño.
Sentí los pasos de Ada detrás de mi, siempre despertaba antes que todos , pero últimamente le estaba ganando en eso.

__ Despiertas temprano.

__ No podía dormir Nana__ Digo , luego me volteo hasta quedar de frente a ella __ a qué hora tenemos la cita con el Doctor Parker.

__ En dos horas__ Responde __ Ven a desayunar, debemos salir pronto.

__ No tengo hambre.

__ Me da igual , ven a desayunar y luego saldremos__ poniendo los ojos en blanco la sigo al interior de la casa__ y hay que ponerte algo decente no vas a salir de la casa en pillama jovencito.

Luego del desayuno, Ada y ignoro mis protestas y se metió a mi habitación, saco unos jeans negros de mi closet y me ayudó a ponermelos, no podía hacerlo por mi cuenta, luego me coloque una camiseta y una sudadera con capucha.

A fuera Nana me ayudó a subir al auto y coloco la silla en la parte de atrás . Luego se colocó frente al volante.

__ Tu madre llamo__ dijo Ada de repente__ Estará esperando en el Hospital, dijo que te ha estado llamando, debes haberla ignorado mucho si recurrió a mi.

__ No tengo paciencia para la actuación de mi madre ahora mismo y definitivamente no me usarán como parte de su campaña política, si papá cree que una silla de ruedas le dará más puntos en el senado pues puede sentarse el mismo en una por todo lo que me importa.

Nana de hecho no hablo más sobre el tema, sabía mi posición y conocía lo suficiente a mis padres para saber que solo les importaban las malditas apariencias, su preocupación hacia mi no era más que una farsa.

Estábamos en un semáforo que estaba tardando más de lo normal, el rugido de una moto llamo mi atención, voltee a ver cuándo se detuvo junto a nosotros una Kawasaki ninja color negro intenso, presiosa amo las moto , tengo dos en el garaje de mis padres que quizás nunca volvería a montar. Deslice mis ojos más arriba a la persona que la montaba, era una chica definitivamente, piernas largas, si definitivamente era una chica, lo que más llamo mi atención fue su cabello largo que se movía con el viento, por un momento volteo la cabeza hacia la ventanilla del auto, no podía ver su rostro por el casco pero podría jurar que nos estábamos mirando, el semáforo cambio y la chica salió disparada a toda velocidad, una nostalgia diferente me invadió, hasta ahora la muerte de Liena había Sido el catalizador de mi dolor, no me había detenido demasiado a sentir el hecho de que quizás no volvería a caminar, me mantuve aferrado a la esperanza de que me levantaría de esta silla, y cumpliría la promesa que le hise a mi hermana. Pero de repente la realidad que había estado ignorado me golpeó con fuerza, podía quedarme en una silla de ruedas el resto de mi vida, todo lo que perdería si eso ocurría de repente paso ante mis ojos como una secuencia de todo lo que había hecho y lo que me faltaba por hacer.

SicariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora