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El chico castaño pasaba por los pasillos junto a sus amigos, hasta que se quedó hipnotizado viendo a aquel híbrido oso con esos hermosos ojos violetas, los cuales eran cubiertos por esas gafas de sol que siempre usaba aquel pelinegro.

- Y que el ladrón entra al Oxxo y dice así de "Arriba las manos esto es una asalto" y la chingada, yo solo quería mis Takis y mi Coca. Cuando estaba amenazando a la chica del Oxxo le tiré mi Coca en la cabeza y cayó al piso desmayado. Un wey de ahí gritó "¡Encuerenlo a la verga". Y así fue como conseguí cosas gratis en el Oxxo. -Aldo contó su heroica anécdota.

- No mames, mien, que fuerte. -comentó Mariana al escuchar aquella anécdota de su amigo.

- ¿Nos estás escuchando, Roier? -sacó de aquel trance al mencionado.

- ¿Eh? Si, Aldo estaba contando una de sus anécdotas fumadas.

- Si, pero no estabas prestando atención, estabas mirando a lo lejos a Spreen.

- Deja de comertelo con la mirada, no mames.

- No jodan, ni que me le quede mirando todos los días durante tanto tiempo...

- Hablando del rey de Roma.

El grupo de amigos vio como se acercaba el mencionado Spreen, pero alguien estaba a su lado, era Carrera. Ellos siempre estaban juntos, por eso habían rumores de que eran novios y eso hirió un poco a Roier.

- Roier, ¿qué onda, capo? -Spreen sonrió al ver al nombrado.

- Hola, Spreen, boludo. -empezó a reír nerviosamente.

- Nosotros pasabamos a saludar, nos tenemos que ir.

Carrera agarró del brazo a Spreen y se lo llevó arrastrando de aquel pasillo, mientras que el grupo de amigos se quedaba viéndolos.

- ¿Ustedes creen que sea verdad el rumor de que son pareja? -preguntó Missa esperando la opinión sus amigos.

- Podemos sacar teorías y conclusiones, pero nada está confirmado.

Todos vieron como Roier se iba de largo en silencio ignorando a sus amigos.

- La verdad a mi no me gusta la idea de que a Roier le guste Spreen. Pensar en ese argentino hace sentir mal a nuestro Roier. -Mariana se cruzó de brazos.

- Tenemos que ayudarlo de alguna forma.

- ¿Y si lo ayudamos a declararse en el baile? -Missa propuso aquella idea.

- No es mala idea. Hay que hacer una cartulina bien tercermundista que diga "¿Quieres ser mi tilina?" No hay nada más romántico que eso. -agregó Juan.

Todos los chicos empezaron a apoyar aquella idea hasta que fueron interrumpidos.

- No mames, cabrón. Me gusta la idea, pero esto es la vida real, ¿cómo creen que eso va a funcionar? -reclamó Rivers apareciendo entre los chicos.

- Opino lo mismo que Rivers, su idea no creo que funcione. -comentó Ari.

- Pero eso me funcionó contigo, amor.

- Juan, yo acepté, porque me gustas mucho. Si no me gustaras te hubiera mandado a pelar papas por ser un rarito.

[...]

OMG |「Spiderbear」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora