Tea (Ronarry)

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Cho Chang era tal vez una de las chicas más populares de Hogwarts, más allá de su cálida y linda forma de ser, tenía otras características destacables, como su gran inteligencia e ingenio, su gran habilidad en el deporte del quidditch. No era raro que recibiera tantas atenciones del estudiantado.

Una fuerte aliada en el ejercito de Dumbledore.

A pesar de su ligera rivalidad con la menor de los hijos de la familia Weasley, nunca fue problemática para nadie a su alrededor —si ignoramos a Ginny—. Entonces las razones de porque ahora Ron ahora se encontraba en esa situación, para muchos sería una gran razón de desconcierto.

Desde hace un par de semanas tuvo una fantasía mórbida que le daría escalofríos a cualquiera, pero no hay que abordar eso para notar que las cosas van a salir algo mal.

Ron había mandado a Pigwidgeon a entregarle una carta citatoria a la buscadora de Ravenclaw.

Mandarle una carta para encontrarse con ella en la escobera dos días antes de la festividad de navidad debía de ser algo que cualquier paranoico miraría con desconfianza. Pero Cho no iba sospechar de ninguna forma de su aliado de guerra, a lo sumo pensaría que las circunstancias eran curiosas.

— Ron ¿querías verme? —preguntó Cho al entrar en la pequeña habitación.

— Cho, claro, por eso te cite en este lugar ¿no crees? —Ron le dio una sonrisa divertida, a lo que la chica le devolvió el gesto.

— ¿De qué querías hablarme? Mencionaste a Harry en la carta.

Claro, lo que más le interesaba era la mención de aquel nombre en la carta. "Para hablar de algo relacionado a Harry" fue la frase mágica que logró hacer que la chica saliera de si habitación a altas horas de la noche en su encuentro.

— Escuche rumores de que estas interesada en él ¿no es así?

— Oh, yo —el rostro de Cho adoptó un rojo caramelo—, no sé donde escuchaste eso.

— Es algo obvio— pensó Ron y quiso virar sus ojos, pero en su lugar amplio su sonrisa amable.

— ¿Era eso lo que querías decirme?

— Para nada Cho, en realidad, quería hablarte de otras cosas, pero primero ten—Ron sirvió té en su taza de vidrio.

— ¿Y esto?

— Es que, vi que el día se iba a poner frío, así que traje algo para beber— explicó Ron.

— ¿No vas a servir para ti? —preguntó Cho, mientras entre sus manos acogía la taza.

Ron negó con inocencia, mientras se sentaba en el suelo helado de la escobera.

— Ya tomé en lo que te esperaba.

— Ya veo, perdón por tardar tanto tiempo en venir, un retrato casi alerto a la señora Norris.

— No te preocupes, salir del colegio no es algo fácil.

— Entonces — Cho cambió de tema a lo que le parecía más interesante— ¿ibas a decirme algo más?

— Quería saber si los rumores son ciertos, sabes... Harry es un buen chico, así que no me gustaría que alguien le hiciera daño.

— ¿Si te digo la verdad no se lo dirás a él? —preguntó Cho.

No confiaba en Ron más allá de un compañero, pero era el mejor amigo de Harry podría ayudarlo a llegar con más facilidad al chico. No sabía que otra cosa podía hacer, no conocía mucho los gustos de Harry para acercarse y el chico se había vuelto menos receptivo a hacer los avances luego de ser rechazado en su invitación al baile.