Encuentro

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El encuentro entre estos dos ha sido épico, después de cinco años sin verse se han abrazado como si no hubiera un mañana.

―Azucena no has cambiado nada. ―le dice un sonriente Sergio.

― Tú si has cambiado muchísimo. ― recibe como respuesta.

― Es solo músculos, por dentro soy el mismo.

Sergio ha cambiado mucho físicamente, los años han hecho su mejor trabajo, es un hombre mucho más fuerte y la barba con patilla le sienta de maravilla. Es cierto que su beca en los Estados Unidos era de deporte pero jamás se imaginó verlo así.

Ellos acordaron no comunicarse más entre ellos aunque siempre se mantuvieron pendientes uno de los otros a través de sus madres pero ahora el destino ha jugado a su antojo y los ha vuelto a encontrar cuando menos se lo esperaban y han retomado esa vieja amistad incondicional que un día fue algo más.

*****Unos días después*****

―Azucena. ¿Por qué te marchaste? ― Sergio hace la pregunta con un temor característico al ver que con solo esas simples palabras ella se has tensado y se ha ensombrecido su rostro.

―Es un tema delicado. ― contesta cortante.

― Azucena yo sé todo lo que sucedió, sé que tus padres fallecieron y que estabas embarazada pero lo que más me asombró es que tu siempre fuiste una mujer fuerte, nunca entendí tu decisión.

― Es que a veces es necesario huir de nuestras desgracias para volver a ser uno mismo. Simplemente en ese momento las circunstancias me sobrepasaron, el dolor fue tan grande que no pude con todo yo sola.

― Quizás si hubiera estado aquí contigo no hubieras tenido que dar tumbos por ahí.

― Sergio en su momento hiciste lo que te correspondía. Yo era incapaz de interrumpir tu futuro, mírate hoy, eres un basquetbolista profesional y capitán del equipo nacional, sin temor a equivocarme, tomaste la decisión correcta. ― Termina sus palabras y toma sus manos para mirarlo directo a los ojos.

Él no se puede seguir controlando y la besa en los labios como hacía años atrás, le toma de sus caderas y la carga sin dejar de saborear su boca, su cuello es el próximo destino y ya ninguno de los dos es capaz de decir una palabra, no se sabe como llegan a la habitación dejando sus piezas de ropa por todo el camino, pero la coloca sobre la cama y le acaricia hasta el alma.

Han hecho el amor como se lo merecían después de haber librado muchas batallas.

El tiempo ha transcurrido y el cansancio ha hecho estragos en ellos cuando han decidido cenar algo. Ninguno ha podido disimular la sonrisa porque la alegría los alberga plenamente.

― Sergio, me parece que esto fue... ―no termina de hablar porque es interrumpida con un beso.

―Azucena, por favor, mi flor, mi confidente y mi eterno amor, me fui de aquí hace cinco años persiguiendo mi futuro y lo único de lo que me arrepiento fue de haber roto contigo pero jamás te olvidé, tus ojos preciosos, tu piel tan delicada y ese carácter tan especial es lo que te hace única. ¿Te gustaría intentar algo nuevamente?

― Sergio, no veo por qué no hacerlo, pero todo despacio y a su tiempo.

― Tranquila, todo será como dispongas.

Esta vez pareció ser la indicada y pudieron sobrepasar sus metas, la casa de los padres de Azucena volvió a relucir de alegría y color, con los mismos rosales hermosos y la banca para leer el periódico o tomar café en la tarde, pero esta vez albergando una nueva familia feliz y numerosa.

Muchas gracias por leerme y saludos a todos...

Azucena ( completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora