Todas las mañanas, una suave y reconocible música despierta del trance al viejo hombre. Los gorriones revolotean de rama en rama buscando un atisbo de comida. Interpretan una danza uniforme, un canto alegre que se camufla en el entorno boscoso.
El día surca una cálida brisa, con tímidas y blanquecinas nubes esponjosas que se entremezclan con el color turquesa del cielo. Las copas de los pinos impregnan su característico color verde, junto con los intermitentes rayos de sol que rozan las ramas de los árboles, acabando prensados en el suelo.
El viejo es perezoso por la mañana, apenas consigue zafarse del saco que le envuelve durante la noche. Se incorpora con dificultad acompañado de ligeros suspiros de dolor. Mira a la izquierda, busca su reloj, no lo encuentra. Gira la cabeza a la derecha, ahí está, justo en el mismo sitio donde lo dejó ayer. Alarga el brazo y consigue alcanzar el artefacto, se lo ajusta en la muñeca y mira la hora.
—Debe de ser una broma —dice el viejo, mientras suelta un profundo bostezo.
El reloj marca el medio día y el calor se hace notar. Vuelve a echar una ojeada a su alrededor, consigue vislumbrar el mismo habitáculo de siempre, una pequeña cabaña donde ha pasado los últimos diez años. El viejo consigue ponerse de pie y flexiona sus extremidades haciendo movimientos extraños.
Se acerca a la ventana más cercana, los árboles mecen las ramas de forma tranquila.
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Relatos Inconclusos
Mystery / ThrillerLlegado el momento, algunos nos lanzamos al mundo de la escritura, unos con más técnica y gracia que otros, yo por ejemplo llevo mucho tiempo sin escribir pero aquí estoy, trayendo mis pequeñas historias para que vosotros podáis leerlas. Espero que...
