Mamoru había intentado adaptarse al bachillerato, en verdad lo había intentado, se presentó ante toda la clase, entusiasmado por comenzar una nueva etapa en su vida, como adolescente y como futbolista.
Sobre todo, se emocionó al ver que muchos de sus nuevos compañeros lo habían reconocido dado su reciente triunfo en el mundial. Hizo que sus esperanzas en comenzar en un nuevo equipo de fútbol se elevaran con mayor fuerza.
Sin embargo, conforme avanzaban los días, esas esperanzas disminuían cada vez más. Para empezar, si bien sí había equipo de fútbol en su bachillerato (obvio, en este mundo, el fútbol es tan indispensable como respirar), le está costando mucho adaptarse.
—Endou, sabemos que eres un portero de primera clase, literalmente de talla mundial—Le había dicho uno de sus nuevos compañeros de equipo—Pero entenderás que eres el nuevo aquí, así que para ser el portero titular, y mucho menos el capitán, tendrás que esforzarte desde el principio.
En otras palabras: el hecho de que sea Mamoru Endou, no significaba que ya tenía todo por sentado. Tenía que demostrarle a sus nuevos compañeros porque él era el capitán del Inazuma Japón.
—(Bien, entonces lo haré)—Piensa Mamoru con optimismo mientras camina con su bandeja por la cafetería, sin embargo se percata de un nuevo problema: no tiene con quien almorzar porque todavía no ha hecho amigos—(Debería ir con mi nuevo equipo, así podremos irnos conociendo mejor).
Mamoru no lo quería admitir porque eso sería sumamente triste; pero una parte de él se siente solo. Extraña a sus antiguos compañeros, ¿cómo estarán los demás?
Tras un cansado día, donde Endou tuvo que romperse la cabeza con matemáticas y física, Endou por fin pudo salir de la escuela para comenzar a caminar directo a casa, donde su madre le preguntaría qué tal estuvo su día, y Endou tendrá que fingir una sonrisa para decir que estuvo genial, que ya se lleva bien con su nuevo equipo y está entusiasmado por los futuros partidos.
—(En el Raimon las cosas eran más sencillas)—Piensa Mamoru mientras camina dando patadas a un balón de fútbol—(Pero ahora ya hay un equipo formado, donde ya tuvieron tiempo para conocerse, para confiar unos en los otros...)
Todo sería más sencillo si pudiera volver al Raimon, con Aki, Shuuya, Yuuto, Natsumi, Haruna, Ryugo, Heigoro...con todos, con sus amigos. Con su equipo. Con su fútbol.
—Esto es muy difícil—Dice Mamoru en voz alta mientras hace un gesto de puchero.
Mamoru pasa por la ribera del río, el sol brilla en lo alto, pero lo que más le llama la atención, es ver a una persona en el campo de fútbol, practicando en solitario. Mamoru no necesita acercarse más para saber de quién se trata esa silueta.
—(¿Ichirouta?)—Se pregunta Mamoru mientras corre hacía él—¡Ichirouta!
El chico peliazul gira la cabeza. Efectivamente, es Ichirouta Kazemaru. El peliazul está a punto de saludarlo de vuelta, pero el castaño lo toma por la cintura, lo levanta y le da vueltas.
—¡Ichirouta!—Exclama Mamoru mientras gira abrazando a Kazemaru con todas sus fuerzas, una sonrisa no bastaba para demostrar su extrema felicidad—¡Cuánto tiempo, te extrañaba un montón!
—¡Wow!—Comenta Kazemaru confundido, pero no protesta por el gesto de Mamoru; cuando este lo baja por fin pueden mirarse a los ojos—Eh...hola.
—Estoy tan feliz de verte—La sonrisa de Mamoru era reluciente—Siento que llevamos décadas sin vernos.
—Tan sólo ha pasado una semana—Kazemaru también sonríe, pues también extrañaba ver al castaño.
—Pues siento que ha sido más—Mamoru está inquieto, sus manos agitadas lo delatan—¿Puedo volver a abrazarte? Es que en serio apareciste en el mejor momento posible.
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❀ EnKaze Zone
Fanfiction"Kazemaru siempre ha sido el más leal hacía el capitán, eso lo sabe cualquiera". Libro dedicado al shipp EnKaze (Endou Mamoru x Kazemaru Ichirouta); oneshots, drabbles, fanarts, recomendaciones, memes, viñetas etcétera. Si te gusta el shipp, ¡bienve...