Dime, ¿qué hice mal?, yo.
No sentí la indiferencia, yo.
Vi todo muy normal, el vacío, ¿no?.
Eso lo cambia todo, Dios.
No fui el mejor, pero mi mente.
Mi mente sigue así, dámelo, quítamelo, no me mates, Dios.
Yo te amo, lo perdí, todo lo perdí.
¿Por qué no puedo estar sin tí?, ahora me despediré porque logré vivir y allí mismo me querré desvanecer.
Dios ayúdame, que ya me di cuenta que no existes.