El diario de Beomgyu

Lamento

Febrero de 2020. Domingo 26. 12:14 am

Quiero decir, que lo lamento mucho por mí.

Yeonjun levantó la vista del cuaderno que tenía en sus manos, ya estaba duchado y listo para dormir luego del alboroto de esa tarde y se preguntó internamente por qué carajo estaba leyendo el contenido de una libreta que no le pertenecía en lo absoluto.

—¿Un diario? —cuestionó a la nada al leer las primeras líneas

Pues sí, no era del todo estúpido, era un diario. Un diario que no tenía idea de quién podría ser su dueño, porque ni siquiera había visto si se le cayó a alguien antes de que él lo tomara creyendo que era su libreta de química.

De acuerdo, tal vez sí era algo estúpido.

Una lucha interna entre respetar la privacidad de un individuo desconocido y la curiosidad que anhelaba leer esas páginas comenzó desde que llegó a su casa. No, Yeonjun no era un chico que leyera cosas que no eran suyas, sin embargo, el nombre de la persona que estaba escrito, no le sonaba en lo más mínimo.

"Kim Beomgyu" se repetía en su cabeza tratando de recordar si lo había escuchado en algún lado, o grabado su rostro si lo había visto alguna vez, se esforzó tanto en tener alguna idea de la persona de esos escritos. En cambio, nada apareció en su mente.

Y aunque podía sonar como un imbécil, probablemente el contenido de ese diario le daría pistas para encontrar a su dueño y regresar lo que era de su procedencia.

—Una leída no estaría mal —se dijo a sí mismo —. Aunque esto podría ser muy personal —la razón hizo que se contestara

Soltó un suspiro tirándose a la cama, cubriendo su rostro con la almohada y dando patadas al aire no sabiendo qué hacer exactamente.

—Jodidos hyungs al hacer un alboroto fuera de la escuela —chilló pensando en su cuaderno perdido y en el que tenía ahora como reemplazo

Volvió a mirar el diario justo al lado de él, y luego de pensarlo un tiempo más, se resignó. La curiosidad había ganado, haciendo que volviera a abrir la pasta de la libreta y continuar con lo que había comenzado.

Lamento no ser suficiente para mí o para los demás. Lamento no saber mi camino, en especial porque aún me falta mucho por recorrer. Lamento no ser la persona que todos esperaban que fuera, porque he cometido muchos errores, en especial lamento no ser feliz con lo que tengo.

Olvidé lo que es ser realmente feliz, y me odio todo el tiempo por eso.

Lamento no poder sentirme tranquilo con la gente a mi alrededor, y no porque no las quiera, simplemente porque no estoy bien conmigo.

El pelirosa detuvo su lectura una vez más, no se imaginaba para nada a un chico de (probablemente) su edad no siendo feliz. Sinceramente, no se veía a alguien como él o como Huening Kai deprimidos al "no estar bien con ellos".

Todos los días trato de ser una mejor persona para todos los que me importan, pero he olvidado muchas cosas.

He olvidado lo que me conforma.