T E R M I N A D A
Yang Jungwon y Jake Sim eran los típicos adolescentes , que de día en la escuela eran tranquilos y de noche en las discotecas, tenian a todos comiendo de su mano.
Amaban salir a bailar y conseguir algo de diversión con chicos guapo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Hola guapo - un chico bajito rubio se acercó sentándose a su lado - ¿por qué tan tenso? -.
- Mi esposo me tiene estresado - el japonés giro su cabeza sonriendole - pero eso no importa, ¿estás solo? - .
El contrario asintió - El estúpido de mi amigo se fue con una chica -.
Riki se levanto extendiendo su mano esperando que sea tomada - Vayamos a bailar un poco -.
- Soy Moon Jin- tomó su mano dejándose llevar a la pista de baile.
- Nishimura Riki - respondió sonriendo.
- Cuéntame de tu esposo, ¿por qué tanto estrés? - tenía que levantar un poco la voz debido a la música.
- Es algo privado, prefiero no decirlo -.
Moon mordio su labio acercándose más al cuerpo ajeno - Podría ayudarte con el estrés, ¿que dices si mejor vamos a mi casa? -.
Ni-ki le alejó un poco incómodo - Lo siento pero amo a mi esposo, aparte tengo 2 hijos -.
El rubio fruncio el ceño - No puede ser, me endulzas y luego me bateas, ¿qué te pasa? -.
- No no no, solamente fui amable y te invite a bailar, en ningun momento me insinue -.
- Idiota - el contrario se alejó dejándolo solo.
Riki simplemente rodó los ojos acercándose a la barra, no se podía medir, tomaba copa tras copa hasta llegar al punto que ni sabía dónde estaba.
- ¿Riki? -.
El nombrado volteó sin reconocer a la persona - ¿Quién eres? -.
- ¿Finges no conocerme? -.
- Ahg, Bang, sabes, eres un idiota, por tu culpa estoy cagando mi matrimonio -.
- ¿De qué hablas? -.
- Con lo que me dijiste esa vez, mis celos me ciegan, sabes lo que me duele verlo llorando, con moretones en su cuerpo... ocasionados por mi -.
- N-no entiendo -.
- Cada vez que mi celos se apoderan de mi no puedo evitar poner toda mi fuera en él -
- ¿L-lo golpeas? - el sujeto lo tomó de la camisa levantándolo.
La risa del japonés sonata triste - No sabes cuánto me arrepiento, pero no puedo controlarme, solamente pensar que otros hombres lo pueden tocar me hierve la sangre -.
- Eres un maldito idiota -.
- Sunghoon ¿qué haces? - el hombrado soltó al contrario.
- Lo llevaré a su casa, después hablamos - Park arrastro a su ex amigo hasta su auto.
