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Se sentía calientito, envuelto en una manta afelpada y musculosa. No recordaba mucho como había terminado allí, pero se sentía satisfecho y feliz.

Se acurrucó más cerca de aquello, soltando unos cuantos suspiros de satisfacción. Todavía no quería abrir los ojos, necesita disfrutar un poco más de esto.

JiMin era un omega. Un shifter lobo omega. Existían pocos omegas en el mundo, quizás unos seis o siete distribuidos en las más de treinta y dos manadas que habitaban a lo largo del territorio.

En su manada no hubo ningún omega antes que él, su nacimiento fue un milagro para todos los miembros. Su alfa lo llamó "una señal de la madre luna", que todo mejoraría para ellos.

Su antiguo alfa no era malo, pero era débil. JiMin siempre lo pensó, pero nunca se atrevió a decirlo. El alfa era débil, pero seguía siendo la máxima autoridad dentro de la manada. Era poco probable que pudiese matarlo o abusar de él, más no tendría inconveniente para expulsarlo. Un lobo normal podría encontrar otra manada antes de que se volviese irracional, sin embargo, para un alfa o un omega aquello era peligroso. Podría morir antes de si quiera intentarlo.

Cada manada tiene una jerarquía. Aquello evitaba que los lobos se volvieran salvajes, los mantenía fuertes, unidos y conscientes. En la parte superior estaba el lobo alfa, el líder y guía; le seguía el beta, la mano derecha del alfa y tercero al mando. Por debajo de ambos estaban los ejecutores y centinelas, aquellos que protegen y cuidan de la manada. En el penúltimo escalón se encontraban los lobos normales, los miembros sin ningún rango especial o cargo que ejercer. Y en la parte inferior estaba el lobo omega, es decir, JiMin.

Debido a la escasez de omegas, la jerarquía era inestable y frágil, los alfas debían ejercer un control más rígido sobre los demás para evitar el colapso tanto físico como mental. Ello no supuso ningún problema para los alfas, eran los suficientemente poderosos para logar la unión a falta de omegas.

Todo estuvo bien por casi un milenio.

Hasta que los alfas dejaron de nacer.

Un omega no solo era el miembro inferior de una manada, es el segundo al mando. Lobos como él, tenían la capacidad de controlar a una manada sin alfa igual de bien que un alfa sin el omega. No obstante, su rango no se limitaba a ese cargo, los omegas solo daban a luz lobos alfas y eran capaces de convertir a cualquier otro lobo en un alfa también. Con su poca natalidad, solo fue cuestión de tiempo antes de que los lobos de rango alfa que ya existían, comenzaran a morir sin ningún remplazo, ya sea nacido o convertido.

Lobos como su antiguo alfa tenían el puesto, pero no el rango. Lo único que hacía diferente a BongSeok de los demás lobos era su considerable fuerza y diciplina, pero más allá de ello, solo era otro lobo del montón. La manada había mejorado gracias a JiMin, pero él no estaba seguro cuanto tiempo más soportaría BongSeok el cargo antes de que muriera y arruinara todo.

Esa era la razón por la que JiMin lo considera débil, y últimamente inútil. El lobo jamás pudo ejercer su dominio sobre él, cosa que lo mantenía irritado y gruñón. La naturaleza de alfa y omega era de extremo a extremo, dominación y sumisión, ying y yang. BongSeok no tenía el instinto de someter a nadie, pero JiMin vivía con la fuerte necesidad de ser sometido. Lástima que ninguno de los miembros de la manada fuese capaz de hacerlo. Estaba seguro de que, si alguien lo hubiera intentado en el pasado, lo habría mordido con tal de convertirlo en un alfa. Siempre podría ser mejor que BongSeok para el puesto.

Probablemente ese instinto reprimido fue lo que lo orilló a morder al nuevo alfa.

BongSeok y JiMin habían salido de caza, en busca de alimento para la manada. Los centinelas de turno habían ido al lado contrario para abarcar más terreno, por lo que ellos habían terminado solos. Después de un rato, el antiguo alfa escuchó un ruido parecido al de un ciervo, por lo que se había transformado en lobo y acechó a la presa mientras JiMin miraba aburrido un par de conejos, decidiendo si llevarlos consigo o dejarlos ser.

| Convirtiendo al Alfa | ~YM~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora