-Bajo el dominio de la LUNA-

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Esta va con mucho amor para nuestra querida Moon...

La primera que apostó en grande por nosotras ¡Aquí tu veneno elegido nena! ¡Disfrútalo!

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Penetrantes ojos grises miraban con atención el ajetreo de sus hombres descargando multitud de cajas en aquel lúgubre muelle, el humo del cigarrillo que fumaba escapaba de entre sus labios, gotas rojizas decoraban sus nudillos y la blanca camisa del traje que usaba, el ceño fruncido en su rostro delataba su infelicidad.

-Jefe, ya casi terminamos. La mercancía ya se está moviendo hacia los compradores, se han asegurado los envíos y los policías que tenemos en nómina se encargaran de custodiar los camiones en el trayecto- informó el recién llegado al hombre de ojos grises.

-¿Cuantos hombres perdimos?- Pregunta el hombre con voz firme

-Fueron siete, señor- Estas palabras solo hacen que el que al parecer era el Jefe se enfurezca aún más

-Encárgate de organizar los funerales y darles una buena compensación a sus familias- el hombre giró hacia su subordinado – Y explícame...como es ¡¿que todo se fue al carajo?! Es la tercera vez en el mes que algo sale mal ¡joder!- pasa sus manos por su cabello en forma de desesperación- casi pierdo millones en mercancía ¡¿y le fallo a mis clientes?!- El enojo del hombre es palpable en el aire y todos sus subordinados comienzan a ponerse nerviosos, saben que no pasará nada bueno

-¡¿Cómo mierda es que siempre hay alguien esperando a la esquina para joder mis operaciones?! Me estoy cansado de esta mierda Gael, este asalto fue el colmo. Los tipos que capturamos ¿han dicho quien los envío?

-No señor, siguen sin hablar, si usted no pudo hacerlos cantar no creo que nadie pueda. Por sus tatuajes parece que pertenecen a las triadas, pero si es así no entendemos por qué atacarnos- dijo Gael nervioso.

-Bien- suspiro el jefe -no perdamos más el tiempo, si no hablan, no nos sirven, has un ejemplo de ellos y déjalos en el barrio chino- ordenó fríamente -Ya es hora de recordarle al mundo porque nadie se me cruza, es hora que recuerden por qué Ares es el Dios de la guerra. La brisa removió el cabello del guapo hombre, el aura que lo rodeaba era oscura e intensa, su dominio total.

En su mundo, uno de armas, drogas y pecados, las traiciones abundan, los favores se pagan con favores y la sangre se paga con sangre. No era bonito pero nadie dijo nunca que los asuntos de la mafia fueran agradables. Una cabeza de familia hacía lo que debía hacer.

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El sonido de la música retumbaba en sus oídos y el humo de los cigarrillos le picaba los ojos... ¿A qué hora se dejó convencer de venir a este bar en el lado menos amigable de la ciudad? El bar estaba oscuro, tenuemente iluminado y la decoración interior era más acorde a un club de alta gama muy diferente del exterior casi ruinoso que exhibía, era un lugar decididamente extraño ¿a dónde la habían arrastrado el par de locas que tenía por amigas? Lo único que el dichoso bar tenía a su favor era la selección musical, los vivaces ritmos latinos eran su placer culposo, casi se transforma en alguien diferente al escucharlos.

Luna Rivers o "Moon" para sus amigas Kait y Hera... era una introvertida certificada, que había sido convencida por sus mejores amigas para dejar su escondite entre lecturas y chocolate caliente; porque según ellas, necesitaba algo de "Diversión", para completar el asunto, Kait y Hera la habían metido en el vestido más incómodamente ajustado conocido por la humanidad.

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