Celos

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Perdón por las faltas de ortografía
:D

Bueno, antes de iniciar quiero decir unas cuantas palabras, agradezco enormemente el apoyo que esta recibiendo esta historia, espero que sigan disfrutando de esta y les pido por favor que pasen aver otras de mis historias si se les da la gana.

Sin mas, comencemos.

Izuku midoriya se levantó mal, no había dormido nuevamente, aunque está vez no fueron las pesadillas las que evitaron que este conciliara el sueño, dahlia se la paso abrazando con fuerza al peliverde, había momentos en los que estaba seguro que moriría ahogado por los senos de la mujer, afortunadamente eso no pasó.

— bien, un desayuno rápido, hago los quehaceres y a trabajar — mencionó Izuku con una sonrisa, estaba terriblemente acostumbrado a su rutina diaria.

—... — unos cuantos minutos después black dahlia salió del baño cubierta solo con una toalla, el peliverde no se percató y siguió en lo suyo, la mujer sonrió dulcemente y lo abrazo por detrás, Izuku quedó petrificado al sentir los senos de la mujer en su espalda.

— Buenos días querido — mencionó con una sonrisa, Izuku comenzó a temblar y a balbucear cosas incoherentes mientras intentaba continuar con lo que hacía.

— b-buenos días — comentó sacudiendo su cabeza para alejar malos pensamientos.

— que haces — pregunto un tanto curiosa dahlia.

— ho, nada interesante — comentó mientras intentaba esconder un cuaderno, la mujer se percató de esto y puso una sonrisa burlona en su rostro.

— ¿que tienes ahí, acaso es un regalo para mi? — pregunto mientras intentaba tomar el cuaderno que Izuku tenía, este esquivaba hábilmente los intentos de la mujer, hasta que a dahlia se le ocurrió algo, dejó caer su toalla, cosa que asustó al peliverde, la mujer aprovecho y tomó el objeto entre sus manos.

— gane — mencionó con una sonrisa victoriosa en dirección del peliverde, este intentaba cubrir su rostro sonrojado de la vergüenza.

— lo vi todo... — susurro Izuku un tanto en trance, la mujer se percató de esto y movió ligeramente su desnudos cuerpo mientras hacía poses extrañas, cosa que llamó la atención del peliverde.

— puedes ver más si así lo quieres — comentó con sus manos detrás de su cabeza mientras movía la cadera, Izuku casi se desmaya, pero en su lugar hizo lo más lógico y menos loco...

— ¡NIGERUNDAYOOOOOO! — grito mientras salía corriendo del departamento en dirección a su trabajo, dahlia soltó una risita por las ocurrencias de su enamorado y fijo su vista en el cuaderno.

— "libro de análisis de quirks", un nombre muy específico, no lo crees querido — dijo mientras se llevaba una mano a su boca para ocultar una sonrisa burlona, dahlia se puso a leer un poco de lo que traía el cuaderno, notando una cosa que la molestaba.

— "¿porque a analizado a tantas mujeres?" — se preguntó esta internamente, si, black dahlia, la mujer más violenta, jefa del casino más exitoso y la cual desarrolló nuevos métodos para evitar a los héroes a través de lagos fiscales, estaba... celosa, a veces la vida puede ser una perra.

— son 1, 2, 3, 4... 55, 56, 57, 58... 97, 98, 99, 100, 100... a estado observando fijamente a 100 mujeres diferentes, eso sin contar que posiblemente tenga otros de estos cuadernos, mierda... — comentó mientras se mordia una de sus uñas con fuerza, hasta que observó un dibujo de cuerpo completo de una de las ex compañeras del brócoli, ahí, la mujer estalló — ¡Izuku midoriya! — grito con furia, mientras comenzaba a buscar sus cosas, se vistió, coloco su característico lanzagranadas en su brazo robótico y salió a gran velocidad por las calles con una expresión de absoluta ira.

— deje le sirvo un poco más — comentó el peliverde mientras le llenaba el vaso a un cliente, Izuku tembló ligeramente —... algo malo va a pasar — comentó con una expresión de terror, dejó la bebida embriagante a un lado y justo la puerta del establecemiento fue rota en miles de pedazos, los secuaces y guardaespaldas sacaron, escopetas, cuchillos de combate, ametralladoras y se pusieron en guardia, listos para acribillar a cualquier idiota que se atreva a molestar a la señorita dahlia.

— ¡Izuku! — comentó dahlia mientras se abría paso entre los escombros de la puerta, los secuaces de la mujer se vieron confundidos, fijaron su vista en el peliverde el cual estaba temblando — voy a aplastarte — dijo mientras lo apuntaba, todos los seguidores de dahlia le apuntaron con sus armas, cosa que asustó al peliverde.

— ¿¡que diablos le hiciste a la señorita dahlia!? — grito una de los seguidores más fieles de la mujer, esta estaba por disparar, pero dahlia la sostuvo de la cabeza y la estrelló en el suelo, cosa que sosprendio y asustó a sus secuaces.

— esto es entre el y yo, si alguien más se mete, yo mismo lo voy a enterrar y será vivo — comento con una mirada seria en su rostro, los demás temblaron, rápidamente guardaron sus armas y continuaron con los suyo mientras temblaban he intentaban ignorar a los dos.

— bien... — miró al peliverde cosa que lo hizo temblar — ven aquí — el peliverde negó rápidamente — ¡que vengas! — ordeno, Izuku dio un paso, cosa que calmo un poco a la mujer, pero este dio un rápido giro de 90 grados y salió corriendo — ¡Izuku! — grito mientras lo perseguía, algunos de los amigos del peliverde rezaban por su bienestar.

Izuku corría a gran velocidad, algo que nunca había echo en años, se sentía como cuando estudiaba en la secundaria, hasta que, Izuku tembló y se imagino cubierto de sangre nuevamente, dejó a un lado sus pensamientos, no era hora de tener una crisis, sin darse cuenta, dahlia se lanzó contra el con un extraño movimiento.

— ¡culazo! — grito mientras se lanzaba con un movimiento trasero, la mujer ya estaba muy cerca, por lo que el peliverde sólo alcanzó a decir.

— ¿¡que mierda!?... — fue interrumpido al recibir el golpe de frente, chocó y rebotó contra una pared, cosa que lo dejó inconsciente.

—... — la mujer respiraba pesadamente y se sentó en el pecho del peliverde con una expresión de enojo.

El peliverde abrió los ojos unas horas más tarde, llevandose con la grata sorpresa que la mujer estaba terriblemente furiosa.

— me vas a responder y lo harás con total sinceridad — sacó el libro de análisis de entre sus pechos y apuntó al dibujo de la chica — ¿quien es? — su expresión cambió a una aterradora.

—... — Izuku se quedó en silencio, no iba a meter a alguien inocente en sus problemas, desvío la mirada y cerró con fuerza los labios.

—... Así que, así será, bien — la mujer se levantó un poco y Izuku pensó a que al fin sería libre, que ingenuo, dahlia se sentó en su rostro, ocasionando que el brócoli no pudiera respirar — ¿me vas a decir? — el peliverde se agitaba intentando liberarse, la mujer se sonrojo un poco al sentir los movimiento en su parte más sensible — ¿l-lo dirás? — comentó tratando de mantener la compostura, Izuku se quedaba sin aire, ya no sabía a qué recurrir, por lo que, golpeó con fuerza el suelo a modo de dar una señal de rendición, dahlia sonrió y se bajó del rostro del peliverde — cuéntamelo todo — Izuku trataba de regular la respiración.

— b-bien, fue hace algún tiempo — Izuku puso una expresión de absoluta seriedad — yo...

Fin cap, bien, que tal, ¿no estuvo bien? , espero les haya gustado, no hay mucho que pueda decir, así que, adiós :D

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