20 años de tu vida

POR MI HERMANO

Capítulo 1: POR MI HERMANO.

—¡Matthew Raynor!—Gritó el prefecto del edificio mientras se asomaba al aula del grupo 2 A.

Todos voltearon a ver al pequeño Matthew que nervioso, miró al profesor y apretaba el lápiz entre sus manos.

—Por favor recoge todas tus cosas y ve de inmediato a la oficina del director.

Los murmullos no se hicieron esperar por parte de los niños que se cuestionaban sobre el repentino llamado para Matthew.

—Guarden silencio y terminen el ejercicio que les acabo de escribir en el pizarrón.—dijo la profesora del grupo y fue con el pequeño de 8 años para ayudarle a guardar sus útiles
—Matthew, puedes mandarme las tareas hasta dentro de 2 semanas, también te haré llegar las actividades del grupo a través de correo electrónico por si no puedes asistir a la escuela.

Matthew asintió de forma triste y colocó su mochila al hombro para abandonar el aula, ya sabía el motivo de tan repentina solicitud y sin ánimo fue a paso lento hasta la oficina del director.

Al llegar se colocó tras la puerta, podía escuchar de forma clara la voz de su madre y su corazón se encogió, esto había estado pasando este último año cuando a su hermano Glenn Raynor se le había detectado un tumor en el cerebro. De inmediato fue operado e iniciaron con quimioterapia para intentar deshacer el tejido maligno restante pero hasta ahora, parecía imposible acabar con la enfermedad.

Matthew quiso tocar la puerta y no fue necesario porque el director la abrió en ese instante.
Su madre volteó y el castaño corrió para abrazarla.

—Matthew lo siento mucho por sacarte de clases pero..

—No te preocupes mamá.

—Tu padre nos espera en el hospital.

—Lo sé.

Matthew sabía que la hora de despedirse de su hermano había llegado, no podían seguir prolongando su vida si en el transcurso él sufría a causa de tantos procedimientos y medicamentos.
El niño apenas entendía lo que era muerte cerebral y de como su madre había aceptado donar los órganos funcionales de Gleen para darle vida a otras personas.
La mujer como bien pudo tomó de la mano a su pequeño y salieron de la oficina rumbo al hospital.

[...]
—Por favor maestro explíqueme cómo lo hace. ¿Cómo le hace para obtener energía de los humanos?– un joven de cabello negro le preguntó a un imponente ángel que miraba hacia el cielo.

—Solo tienes que persuadirlos con lo que les interesa, los humanos son seres irracionales que solo buscan su bienestar propio y en el proceso incurren en miles de faltas y pecados que lastiman a otras personas.

—¿No cree que haya personas que no piensen en su bienestar propio y se preocupen de los demás? ¿No cree que haya gente que valga la pena en este mundo?

—No, Ed. Dudo mucho que existan personas que no sean mezquinas o traicioneras.
Y te tomaré de ejemplo, tu madre te abandonó por ser un híbrido sin importarle tu sufrimiento, te abandonó cuando ella fue quien le abrió las piernas a un demonio y te procrearon.

—Eso lo sé y de sobra.—contestó triste Ed—pero a veces puedo sentir el amor y las buenas intenciones de las personas de este mundo. Además Karlyle Frost piensa lo mismo que yo, el todavía cree en los humanos y me lo dice de forma frecuente.

—Karlyle es un ángel tonto.Por ese motivo es que él y yo terminamos nuestra amistad y decidió quedarse con el vecino de allá arriba.
Yo trabajo por mi cuenta y hasta ahora, nadie me ha convencido de lo contrario. Y para que te quede claro ¿Qué te parece si
hacemos una prueba, Ed Talbot?