Castigo

254 22 3
                                    

Mu Qing y Feng Xin peleaban en la habitación, no había pasado ni cinco minutos desde que Hua Cheng y Xie Lian habían salido, por lo que cuando el primero regresó no pudo evitar sentirse fastidiado por el ruido que invadía su sitio. Sin más dijo algunas palabras agrias que alentaron el fuego de la discusión y la dirigieron hacia él.

En el momento cuando la tensión se escuchaba en todo Paradaise Manor, Xie Lian entró, dejó en una mesilla la charola de comida que llevaba y dijo -Dejen de discutir- su suave voz se perdió como el sonido de la brisa contra un mar violento chocando con las rocas. Ligeramente molesto al haber sido ignorado cerró las puertas con fuerza, mientras con voz clara dijo -¡Se quedarán aquí todo el día hasta que aprendan a llevarse bien!-

El azote de las puertas hizo a los tres voltear empujando la puerta pero estaba sellada. ¡¿Había puesto sellos ahí?!

-¡GEGE!- la cara de Hua Cheng era indescriptible. ¡¿Porqué tenía que quedarse el castigado también?! Volteó a ver a los otros con un rostro oscuro.

-Parece que realmente nos dejará aquí adentro- dijo Feng Xin aún sin creer esta decisión. Mu Qing solo volteo los ojos y se sentó en la cama con brazos cruzados.

Hua Cheng se sentó junto a la mesilla y molesto picó la comida que se quedó en la habitación, los otros dos se alertaron inmediatamente.

-¡Vamos si vamos a quedarnos aquí un día comparte de la comida!-

-NO-

Mu Qing no medio palabras antes abalanzarse por un trozo, seguido por Feng Xin. Apenas lograron tomar un pequeño cacho antes de que el rey fantasma tragara todo sin piedad frente a sus hambrientos ojos.

-¿Sabes que tú eres el único responsable no?- Dijo sin tacto alguno Mu Qing a Hua Cheng que lo veía con desprecio, sin responder. Su gege se había molestado, sabía que era su culpa, pero eso no habría sucedido sin esos dos idiotas y ahora realmente debía esforzarse por no romperle la cara y "llevarse bien".

San Lang ignoró a los otros dos tratando de seguir la petición de su amado, pero de pronto comenzó a sentir un calor estremecer su cuerpo de forma salvaje. Mu Qing y Feng Xin peleaban de nuevo ignorante de que el otro tenía el rostro normalmente blanco de un rosado inusual, sudando, y desprendiéndose de sus ropas. No fue hasta que resonó en la habitación un fuerte gemido que ambos voltearon anonadados.

-¿Crimson rain sought flower?- los dos voltearon a ver incrédulos. Habían escuchado sonidos indescriptibles a veces afuera de la cabaña de Xie Lian y habían huido en ese momento, pero ahora no había a donde huir. ¡¿Porqué hizo esa clase de ruido?!

Cuando la túnica interior rosó su otra parte del pecho para desprenderse de ella un sonido salió de nuevo de su boca sin poder contenerlo. ¡¿Qué demonios tenía esa comida que dejó Xie Lian?! El calor comenzaba a nublar ligeramente su juicio. Hua Cheng que no notó la primera vez que Xie Lian habló no entendía bien porqué se molestó, solo supo que gritó que se quedarían ahí para llevarse mejor ¿Acaso su gege pensó en esta forma como una para que se llevaran bien? Pudo haberle avisado...

Mientras una horda de pensamientos fluían en la mente medio perdida de Hua Cheng, Feng Xin se había alejado como si portador de una plaga se tratase, -Que que ¡¿Qué le pasa?- Mu Qing rodó los ojos de nuevo -¿Qué no tuviste un hijo? Es evidente que esta excitado-

Feng Xin estaba a punto de discutir cuando vio que algo mal en sus pantalones. -¡Hay que avisar a su Majestad!- dijo con tono ansioso

Mu Qing vio al rey fantasma frente a él completamente desnudo del pecho sufriendo lentamente por descubrir su parte de abajo -¿Eres imbécil? Esta habitación es insonora de fuera, hay sellos, no volverá hasta mañana si tenemos suerte- habiendo dicho eso se levantó y se agachó frente a Hua Cheng para ayudarlo a desnudarse completamente

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 06, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CastigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora