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Viajando lo más rápido que su jet privado le permitia el joven Lucka Brown, quería llegar a vaciar la casa de su examante, se encargaría de vaciar hasta las cajas fuertes de la mansión, después de todo fueron cinco años de aguantar la absorbencia de ese pesado hombre, desafortunadamente cuando llegó hasta la casa, ya lo estaban esperando los subordinados del jefe londinense, para escoltarlo hasta la presencia de su alto mando, pues creían que les había dado la información a propósito, para hacerlos caer en la trampa de los chinos.

Por otro lado el grupo que envío Jones Wilson, jefe de Longmess a traer a su compatriota, para que pagará por la afrenta que les hizo, al entregarles las vidas de todo su equipo táctico, a esos malditos amarillos, llegaron a china por distintos lugares del territorio enemigo, querían atacarlos por sorpresa, desde distintas direcciones para asegurar su victoria, está ves ellos harían arder y torturar a todos los miembros de la organización Gusulan.

Señor ya estamos aquí, el líder del escuadrón se reportaba con su jefe, iniciaremos con la operación de inmediato, esperaban les diera sus órdenes y así no cometer el mismo error de los anteriores, vayan con Gusulan, destrocen a esos animales, traigan a Brown lo más rápido posible, Jones cortó la llamada, ahora solo esperaría a que trajeran al florero bonito de Brown, tendría que tener alguna pieza de intercambio, en caso de que por alguna razón muy improbable, algo saliera mal en aquel país.

Como una horrible premonición de su jefe, todo salió mal para los invasores, ni siquiera pudieron llegar a las entradas del territorio de Gusulan, cuando ya estaban corriendo por sus vidas, tratando de encontrar un escondrijo, dónde meterse, los que entraron por el este se encontraron con un nido se víboras hambrientas de sangre de la mano de un despiadado hombre serpiente.

Los del oeste estaba peor pues tenían que escapar de una jauría de perros comandados por un hombre bastante mayorsito que no estaba dejando nada para el doncel que lo seguía detrás como cuidandole la espalda, lo cual era una perdida de tiempo pues no habían podido ni siquiera defenderse de sus ataques de que maldita manera podrían llegar a su espalda.

Los del sur ya no quedaban mas que unos cuantos hombres mutilados, otros cuantos escondiéndose y el sublider que trataba de comunicarse con su líder para recibir ayuda, seguramente los otros equipos podrían darles una mano, pues a ellos les tocó bailar con la más fea, ese salvaje chico que parecía lunático los estaba acribillando con una enorme facilidad, solo usando una espada ya habían tomado rehenes, para que los dejarán escapar pero al ser un demente el despiadado demonio, los atravesaba con su arma, incluso dañando a las personas que usaban como escudó.

Los del sur ya no quedaban mas que unos cuantos hombres mutilados, otros cuantos escondiéndose y el sublider que trataba de comunicarse con su líder para recibir ayuda,  seguramente los otros equipos podrían darles una mano, pues a ellos les tocó ...

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El demonio reía a carcajadas cada que atrapaba a uno de los ratoncitos como el los llamaba, que trataban de colarse en su defensa de hierro, cuando por fin pudo esconderse lo suficiente para llamar al otro equipo les comunicaron que no podían ayudarlos, ellos también estaban batallando con un mocoso con cara de bebé, le dijo a su aliado que trataría de escapar de el, para reagruparse, pero que no garantizaba nada.

Alfil de mi Reyna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora