Francis es un chico normal con una vida normal , un dia despertó en la playa y se encontró una extraña joya, al estar tan sucia fue a su casa y la limpió, era un anillo con forma de delfin, le pareció tan bonito que se lo probó, e inmediatamente emi...
Micha es una chica normal, pero a lo largo de su vida las decisiones la atormentaron constantemente, cuando tuvo que decidir entre dos tipos de tierra para sus plantas eligió una que termino marchitando cada una, cuando tuvo que elegir entre dos baterías para su control termino con una que quemó su querido control.
Poco a poco a lo largo de su vida estas decisiones la volvían loca, no podía seguir con ellas, no podía elegir entre dos vasos, no podía elegir entre los platillos de un menú, tampoco podía elegir entre productos que comprar.
Todo le atemorizaba, temía arruinar todo por una simple y absoluta decisión, ella agarro fuerzas y se decidió a seguir adelante con su vida, pero un día ocurrió algo que la hizo retroceder y caer en un pozo sin fondo.
Micha tenía una gatita, una gatita negra por encima y blanca por debajo, con unos ojos verdes preciosos, que miraban profundamente a Micha cundo la observaba fijamente.
Un día Micha se levantó, y se preparó para darle de comer a su gatita, pero cuando la vio ella estaba convulsionando, la agarró rápidamente y salió corriendo para llevarla al veterinario, no estaba muy lejos, pero ese día el camino por donde va normalmente estaba obstruido por una manifestación.
Tenía 4 posibles caminos, para llegar y tuvo que decidir cuál tomar.
Tomó la primera opción, perdió 5 minutos, estaba también obstruida por la manifestación. Tomó la segunda opción, perdió 6 minutos, estaba bloqueada por la construcción de la calle Tomó la tercera opción, perdió 4 minutos Resulta que construyeron en el camino usual. Tomó la cuarta opción, perdió todo. su gatita había muerto estando a 5 metros de la veterinaria, le llevo dentro y no podían hacer nada por ella.
El dolor se clavaba en su pecho, peor que cualquier cuchillo, porque el mal que le afligía se lo provocó ella misma, ardía más que el fuego pues podría haberlo evitado, pero ya nada le importaba con lo torpe que era.
Estaba yendo por la calle, sin mirar a los lados, estando en medio de la calle un carro sonó el timbre "¡BIP BIP!" estando a una distancia fácil de esquivar, pero ella ni siquiera podía decidir a qué lado de la calle moverse para evitarlo, más bien no quería volver a decidir nunca en su vida.
"Las cosas malas duelen más cuando te das cuenta de lo fácil que podrías haberlo evitado"
Ella pensaba, mientras el conductor sonaba el timbre mucho más fuerte, ya no tenía la intención de esquivarlo, pero a último momento algo la hizo moverse, en el pasto al lado de la calle, algo reflejó la luz y tomó por completo su atención.
Comenzó a buscar desesperadamente por donde estaba brillando anteriormente, ella no estaba ni siquiera pensando, solo siguió sus impulsos, después de unos minutos encontró en el pasto unos hermosos aretes con forma de gato, estos le trajeron recuerdos de su gata y comenzó a llorar, no había nadie más en la calle, así que fue a su casa, no habiéndolo decidido directamente, si no que esos aretes no podían permanecer más tiempo sucios o se podrían estropear, no era una decisión si no una obligación.
Después de colocarse los aretes una criatura apareció, aparentemente salió de los mismos aretes.
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