𝑀𝑒𝑙𝑙𝑖𝑧𝑜𝑠 𝑇𝑠𝑢𝑗𝑖𝑖

Parte 1

Fukazawa un pueblo casi funebre por sus cielos grises y el bosque que lo rodeaba, por fin tenía un día soleado dejando a los habitantes de ese pequeño pueblo tomar un respiro de siempre tener que ver esas nubes grises todos los días.
En una de las muchas casas antiguas que habitaban ese lugar se escuchó un gran estruendo proveniente de una de las habitaciones del sitio. Los dos hermanos mayores de la casa Tsujii se acercaron corriendo a la habitación abriendo la puerta corrediza de un portazo, encontrándose con los dos mellizos menores peleando. Shiori la mellizas menor se encontraba encima de Souichi, el mellizo mayor quien estaba a punto de recibir un puñetazo, si no fuera por los hermanos mayores que entraron justo a tiempo antes de la tragedia. Koichi el mayor de la casa se acercó a los mellizos alejando a Shiori de Souichi quien ya se encontraba muy golpeado al igual que ella.

- ¿Está vez por qué se están peleaban? - pregunto Koichi mientras atendía las heridas de ambos

- ¡El me lanzó uno de sus estúpidos clavos! - respondió Shiori, mirando al azabache con enojo.

- ¡Ella le destrozó la cabeza a uno de mis muñecos! - exclamó Souichi, volteando a ver a la pelinegra del mismo modo.

Koichi ignoro por completo a Souichi ya que se alertó al escuchar las palabras de su hermanita menor, el joven se puso a buscar por toda la habitación el clavo que supuestamente el azabache le avía lanzado a su melliza, al no encontrar nada Koichi se acercó alarmado a Shiori.

- ¿Shiori, dónde está el clavo que Souichi te lanzó? - pregunto en un tono preocupado a la menor.

- Ahhh si, está aquí mira! - la chica levantando el brazo derecho mostrando como el clavo se avía incrustado en su piel.

Koichi al ver esto casi se le sale el alma del cuerpo, tomo a ambos mellizos llevando a Shiori de la mano y a Souichi a tirones hacia la sala. Al llegar dejo a los dos sentados de rodillas en los almohadones delante la pequeña mesa de centro, Sayuri quien se encontraba presenciando toda la escena fue por el botiquín de primeros auxilios mientras que Koichi fue por algo con que quitarle el clavo del brazo a Shiori.
Ya todo se encontraban listos en la sala, Sayuri empezó con limpiar el brazo de la azabache con alcohol al rededor de dónde se encontraba el clavo enterrado, y ya todo finalmente estaba listo para la "cirugía".

Koichi agarro con cuidado el brazo de la azabache y con la otra mano tomo unas pinzas ya que fue lo único que pudo encontrar - Esto va a doler un poco, okey - aviso con preocupación en sus palabras.

- Ahhh?! enserio? - dijo la joven con sarcasmo en su tono, como respuesta a las obvias palabras de su hermano mayor y haciendo que el mellizo mayor soltará algunas risitas burlonas. Koichi tomo todo el coraje posible para por fin quitar el clavo de dónde se encontraba incrustado.

- ¡AHHHHH! - los mellizos gritaron al mismo tiempo que el clavo fue retirado del brazo de la chica.

Los tres presentes voltearon a ver con desconcierto al azabache para descubrir el porque de su grito, al verlo lo encontraron mirando al suelo sosteniendo su brazo derecho como si a él también le hubiera dolido lo que le hicieron a su melliza, el ojeras al ver que lo observaban inmediatamente intento excusarse.
El clavo ya estaba retirado así que era hora de limpiar y vendar la herida, al terminar de vendar el brazo de la melliza menor y curar sus otras heridas, hicieron lo mismo con el mellizo mayor quien les dió más trabajo ya que este no se dejaba tocar.
El resto del día transcurrió normalmente, Koichi leyó un libro en el patio de la casa, Sayuri salió con sus amigas y los mellizos andaban... saber dios que estaban haciendo esos dos. En la cena como era usual los hermanos mayores, los padres y el abuelo comían en el comedor mientas que Shiori solo iba para al comedor para recojer dos platos de comida uno para Souichi quien no salía de su cuarto ni para comer y otro para ella quien lo acompañaba para que no comiera solo, después de cenar todos se fueron a dormir ya que los hijos de la casa tenían clases al día siguiente y el padre tenía que ir a trabajar temprano. Y ninguno de los hermanos menciono ni una sola palabra de lo sucedido en la tarde.

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En lo más profundo del bosque de cedro, se encontraban dos hermanos mellizos de no más de once años de edad. En todo el bosque se podían escuchar el sonido de unos golpes uno tras otro retumbando por todo el bosque creando en el lugar un ambiente tétrico para cualquiera quien lo escuchará.

- ¡Te maldigo! - repetía el pelinegro, golpeando contra uno de los árboles una y otra vez  haciendo que uno de los clavos se enterrará cada vez más en el estómago de la muñeca, mientas que el se reía de forma maniática - sentirás el verdadero terror, ¡Yuriko!.-

La melliza menor miraba sentada en la raíz de un arbol, con una sonrisa en el rostro el como su hermano maldecía a la chica que la había molestado.

- ¿Terminaste? - pregunto la Shiori, a lo que el pelinegro solo se volteo a verla con su típica sonrisa sádica para luego asentir con la cabeza - bien entonces vámonos, tengo mucho sueño, ¡quiero ir a casa y dormir calentita en mi cama! - decía levantándose y empezando a caminar.

- ¿Tu solo piensas en dormir verdad? - pregunto sin esperar ninguna respuesta.

... Al otro día la pobre Yuriko fue encontrada desmayada en el piso de su cocina..

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