𝐿𝑎 𝑠𝑎𝑛𝑔𝑟𝑒 𝑆𝑒𝑛𝑗𝑢

𝙾𝚛𝚒𝚐𝚎𝚗𝚎𝚜(𝚙𝚝1)

Desde la muerte de sus padres buscó el significado de la palabra "vida", parecía tan alejada de sus conocimientos,sobre todo lo que engloba a la biología, fácilmente podría tener en sus manos un experimento exitoso, pero nada que le diera vida.De ellos.

Con su escaso talento en su infancia, siempre prefería estar sola con sus libros y pergaminos estudiando, sin embargo, tuvo que unirse a un equipo disfuncional.Trabajar junto a otros nunca ha sido bueno para él, especialmente con personas tan enérgicas como Tsunade y Jiraiya.

A lo largo de sus años, después de las guerras y ya sumándose al lado oscuro de su alma, por mucho que no le gustara admitirlo, nutrió en su pecho la admiración por sus compañeros. Estuvieron a la altura del título de Sannin.

Jiraiya demostró ser un buen hombre, cuyas esperanzas, si se pierden, las encuentra. Su sentido del humor nunca le  sentó bien a sus compañeros de equipo, pero de todos modos los hizo sentir bien. Sus habilidades eran admirables y reconocidas en los cuatro rincones de la tierra.

Tsunade se convirtió en una gran doctora y, en consecuencia, en la mejor kunoichi de su generación. Su éxito despertó admiración y envidia en su compañero de equipo, un gran interés en la sangre Senju,despertó en  Orochimaru.

- ¿Te imaginas cómo será nuestra vida a partir de ahora? - Preguntó el hombre gris sentado frente al moreno, quien miraba sus manos húmedas y pálidas. Las guerras llegaron a su fin, necesitaban pensar en el futuro.

- Ya tengo un proyecto de vida para mí, Jiraiya. - La amarga voz sonaba arrastrada.

-Me imagino que incluso después de un tiempo, todavía te culpas por la muerte de Nawaki. - Atrajo al par de ojos ámbar -Aunque no lo admite, se preocupa por Tsunade y no se siente bien verla mal.

Se levantó de la silla de golpe, dejó algunos billetes sobre la mesa y pasó junto a su compañero de equipo sin decir una palabra.

Era consciente de que esa era la verdad, se sentía mal al ver a quien siempre admiró en silencio, llorar de dolor por la pérdida de su hermano y novio. Eran demasiado jóvenes para este propósito.

Salió del restaurante, deambulando por las calles en silencio ante la multitud ruidosa cuyas vidas parecían tan buenas.

Él debería haber estado allí por unas buenas horas, simplemente mirándola dormir, sentado en una silla en la esquina de la habitación. Tsunade daba vueltas y vueltas en la cama inquietamente atrapada en una pesadilla, como cualquier otra noche y como de costumbre, solo miraba.

En silencio se culpó a sí misma por la muerte del niño, cuyo cuerpo fue destrozado en una trampa explosiva. Orochimaru podría haberlo detenido, pero eso no se le había pasado por la cabeza cuando el pobre Nawaki pasó corriendo junto a él con entusiasmo.

La muerte lo hizo enojar.

El hecho de que Tsunade fuera la única Senju viva lo intrigó, imaginó lo interesante que sería su ADN para sus experimentos que, poco a poco, fueron aumentando la cantidad.

En las sombras, a lo largo de los años, secuestró a sus compañeros shinobi de Konoha y los usó como conejillos de indias humanos. Experimentó con ellos para desarrollar técnicas que llegaron a otorgarle la inmortalidad, pues ya había decidido que se conformaría con nada menos que aprender todas las técnicas del mundo (tarea que le llevaría mucho más que una vida humana). Pero como se imaginaba, las desapariciones, poco a poco, remontaron las investigaciones hacia él.

Sabía que el Tercer Hokage no tardaría mucho en darle caza y se convertiría en un renegado, porque en una hora todo sería descubierto, Orochimaru estaba al tanto.

Los rayos del sol ya invadían la habitación a través de los huecos de las cortinas, Tsunade no tardaría en despertarse, aunque parecía estar profundamente dormida. Caminó hacia el tocador, miró los objetos de uso femenino, de los cuales nunca hubiera tenido idea de sus funciones si no fuera por la Senju,a quien de niña le gustaba maquillarlo con la justificación que su rostro era tan femenino como el de ella.

Entre tantos objetos esparcidos por su falta de organización, lo que más le llamó la atención fue el cepillo para el cabello. Sus dedos capturaron un hilo como pinzas, lo miró fijamente como si fuera algo precioso.

- Gracias, Tsunade. - Miró hacia la cama donde ella permanecía allí, en un sueño pesado.

Se decidió que usaría el ADN Senju en sus sujetos de prueba. Se guardó el cepillo en el bolsillo y salió de aquel apartamento en un profundo silencio.

-Tal vez, solo tal vez, salvaste mis experimentos, Tsunade. El corazón debajo de su atuendo de shinobi latía como pistones llenos de energía.

A través de esos hilos dorados, vendrían más...

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Créditos al autor:Uchiha___Mitsuki-kun
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☀︎︎07/04/2023☀︎︎