Rebuscando en el Pasado

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Sólo me quedaba ir a casa así que me dispuse a armar mi plan... Firmé mi asistencia médica, esperé un rato a que Jackson se ocupara con la prensa para evitar tener tanta atención, fuí a los baños portátiles y me escapé por la parte de atrás entre arbustos y la soledad del parque.

Mientras iba caminando tratando de esconder mi figura entre árboles termino llamando la atención de una sombra y unas palabras llegan desde atrás de mí.

Desconocida: ¿Señor Blanco?

Blanco: Malditasea.

El sigilo nunca fue mi fuerte en la academia, por ello soy detective y no de las fuerzas especiales. Procedo a dar la vuelta para darme cuenta de que es Rosa.

Blanco: Rosa... Si, soy yo.

Rosa: ¿Qué hace aquí?, Debería estar en el hospital, quizás hasta en una camilla.

Blanco: Oh... ¿No escuchaste el estruendo? Estoy paseando a Max para tranquilizarlo de la bomba.

Rosa: ¿BOMBA?, ¿CÓMO QUE BOMBA?

Blanco: De hecho, deberías ir a ver al chico, fue de los últimos que salió del edificio.

Rosa: ¡DIOS MÍO!

Salió disparada al hospital sin preguntar nada más, pensé que iba a ser más complicado distraerla, quizás si tengan algo entre ellos. Después de quitarme de encima lo peor que podía pasar ahora debía ir evitando las patrullas de los recorridos nocturnos, por lo menos ya sabía cuales eran y más o menos la diferencia de tiempo en lo que pasaba cada una haciendo el circuito.

Todo fue cuestión de un par de minutos esquivando patrullas y saltando hacia innumerables arbustos, al poco tiempo logré llegar a mi calle, suerte que no estaba tan lejos del hospital o no creo que hubiera resistido tener que tirarme y levantarme tantas veces, la edad ya me estaba pasando factura otra vez.

Blanco: Max, espera, dame un respiro, papá ya no es joven y bello como antes.

El no trabajar desde hace mucho ya me había sacado de forma pero no me evitó llegar. Estando ambos frente a la casa nos miramos y decidimos iniciar con la inspección, se veía todo muy normal, quizás demasiado. Debíamos revisar primero alrededor de ella para saber si no había nada raro en las posibles salidas o entradas, quizás en el jardín o hasta en la casa del perro así que empecé a seguir a Max mientras olfateaba todo lo que se encontraba por su camino, parece que ya tenía en la lupa el olor del psicópata o como se quiera denominar a una persona así.

Buscamos huellas en el jardín con la poca luz que daba mi celular, no se veía nada sospechoso como si alguien hubiera pasado por allí, las ventanas tampoco se veían trucadas o forzadas, todo parecía estar como lo había dejado al irme la última vez. Era sospechoso puesto que se suponía que yo debía tener una pista aquí. Procedimos a ir a la puerta principal en contra del pensamiento de ir por la trasera para evitar ser cliché, abrí lentamente y nada pareció activarse detrás además del sonido del cerrojo.

Empujé centímetro a centímetro la puerta en un movimiento que parecía ser eterno y Max sólo entró mientras que yo aún no había terminado de abrir la puerta, luego busqué si había trucos alrededor de la luz y la encendí también esperando que no saliera volando por los aires como la vez pasada y nada, no había olor a gas ni alguna cosa fuera de lugar, me esperaba desorden o cosas que me mataran directamente pero para mi sorpresa nada, absolutamente nada.

Se me ocurrió hacer la típica pregunta tonta a ver si algo sucedía, yo que sé, para que estuviera al tanto de que ya había llegado y entrado por si planeaba una emboscada o algo así.

𝐒𝐢𝐧 𝐒𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora